Quedarán muchos cabos sueltos, por ejemplo el desarme  de la guerrilla, pues todavía no hay fecha precisa para ese acontecimiento, con lo cual se podría pensar en el proselitismo armado en varias regiones de Colombia.

Además es claro que la impunidad para los crímenes de guerra y delitos de lesa humanidad cometidos  por la guerrilla marxista estará al orden del día, con el agregado de elegibilidad para los autores de esos delitos atroces, lo cual  llevaría a que en unos  años intervenga la Corte Penal Internacional.

Tampoco se puede desconocer que no habrá reparación económica para las víctimas del narcoterrorismo a pesar de la inmensa fortuna de las Farc.

Además, las Farc van a realizar su conferencia en Colombia, y la fecha aún no se conoce. También se tiene que recordar que varios frentes de esa narcoguerrilla han anunciado expresamente que no se acogerán a los acuerdos, especialmente los más fuertes en el negocio de la cocaína.

De ello se deduce que el fin del conflicto solamente será porcentual, pues  siguen en sus actividades delictivas todo el Eln y el rezago del Epl, a las que se agregan las bandas criminales que ante los últimos sucesos buscaran negociaciones con el gobierno.

Sin caer en la trascendencia y quedándonos solamente  en la inmanencia, no hay que hacer mucho esfuerzo para saber que en el mes de octubre se anunciará el ganador o los ganadores del premio Nobel de Paz, y curiosamente Noruega junto a Cuba son los países garantes del proceso de paz.

Como se sabe, dicho anuncio se hará desde Oslo capital del Reino escandinavo, entendiéndose que no fue por azar que se escogió al país europeo hace más de 4 años para los menesteres de la paz, y desde luego que el presidente Santos y ‘Timochenko’ cabecilla de las Farc pueden ser  firmes candidatos.

Desde que se otorga el premio Nobel de paz a  principios del siglo XX, no son todos los que están ni están todos los que son, porque hay que destacar que fueron nominados entre otros en su momento Hitler, Stalin y Mussolini.

Claro que en la mayoría de los casos tanto las personalidades como las instituciones que se lo han ganado son merecedoras; pero no se puede olvidar que en 1973 se hicieron acreedores al Nobel de Paz Henry Kissinger  Secretario de  Estado de EE. UU.  y Le Duc Tho en representación del gobierno comunista de Vietnam del Norte por el acuerdo de paz firmado en Paris, que aparentemente cerraba la guerra en  Indochina, pero los comunistas ni cortos ni perezosos aprovechándose de la confianza y debilidad del  enemigo en menos de 2 años se prepararon militarmente y se tomaron a  Saigón que era la capital del sur de Vietnam ganando la guerra, ahí hay un espejo para los demócratas.

Llama poderosamente la atención que después del plebiscito, el gobierno le presentará al Congreso el proyecto de Reforma Tributaria para que lo apruebe, lo que tendrá una profunda incidencia negativa en la vida de los colombianos en los aspectos sociales y económicos. Todo ello se podría considerar como una invitación por parte del ejecutivo para que la ciudadanía sea masoquista.

Al no estar todos los grupos violentos que tanto daño le han hecho a la nación firmando el proceso de paz, hay que decir que este se va a realizar por cuotas o dosificadamente, a la espera de que el Eln llegue a un acuerdo con el gobierno, pero sin olvidar que este grupo es experto en tomar del pelo en las negociaciones, porque las experiencias vividas en el pasado así lo demuestran.

Entonces, la paz política con las Farc no solo es imperfecta, sino que además es incompleta, lo que conduce a la desconfianza de la población que podría en una buena medida abstenerse o votar por el NO.

Hay que recordar que la duda también  es un método de razonamiento y si no se clarifican plenamente los alcances de lo acordado, así se publiquen sus textos es muy difícil convencer a la gente de la sinceridad de la guerrilla comunista totalitaria de las Farc.

Los jefes de las Farc han dicho que darán en la legalidad la lucha de ideas, lo cual es bastante dudoso, porque si no abjuran del esperpento marxista leninista, es difícil que hablen de las “bondades” de semejante lastre  que tanto daño le ha causado  a la humanidad, comenzando por Colombia, pues como lo hemos dicho en anteriores oportunidades – y lo reiteramos sin temor a ser desmentidos- el comunismo es la peor organización criminal  que ha existido en todos los tiempos, y  que se fundamenta en el odio y la violencia con las fabulas de la lucha de clases y el materialismo histórico.

En el mes de octubre habrá en Colombia un plebiscito, cuyo resultado, a pesar de los gigantescos recursos que invierte el gobierno para que gane el SI, es de pronóstico reservado por ahora, porque pactar con una guerrilla marxista es muy incierto ya que su doctrina se basa en la superchería  buscando dominar al pueblo para siempre, pues no cree en la democracia, sino que la utiliza para aplicar el absolutismo que no permite la alternación en el poder  de los partidos políticos, como sucede en Cuba, Norcorea, China y Vietnam, en donde solamente hay partido único.

El  plebiscito y el premio  Nobel de paz para Santos y Timochenko pueden ir en la agenda en los actuales momentos, lo que pasa es que el primero de acuerdo a las condiciones se va a cumplir, pero el segundo es completamente dubitativo así se haga toda la parafernalia y las acrobacias que se quieran.

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