Pero démosle el beneficio de la duda, que esto apenas comienza. No se trata de decir desde ya Trump sea un mal dirigente, aunque todo apunte hacia allá. Todo ha sido tan prematuro en su mandato que desde ya se oyen rumores de una iniciativa ciudadana para pedir su destitución. No era necesario llegar hasta allá, durante años, el hoy presidente de los Estados Unidos dio señas de no ser la mejor de las personas.

Trump es un narcisista y en ocasiones ha sido catalogado como un narcisista maligno, una patología diagnosticada por primera vez hace más de treinta años por el psiquiatra de origen austriaco Otto Kernberg. ¿Sus rasgos?

  • Incapacidad de sentir empatía con los demás.
  • El mundo debe adaptarse a él y no al contrario.
  •  Deseo constante de reforzar su supuesta superioridad al compararse y agredir y a los demás.
  •  Irascibilidad, impulsividad, mitomanía y baja tolerancia.
  •  Considerar cualquier crítica como un ataque personal y devolverlo con violencia verbal.
  • Ausencia de culpa y autocritica respecto a su conducta. El narciso maligno puede volverse agresivo si se le lleva la contraria.

Entonces todo estaba ahí, no teníamos que llegar a este punto. Durante años, incluso poco antes de ganar las elecciones, Trump hizo cosas que daban pistas sobre lo que se nos venía. Ejemplos sobran.

  • En los setenta, Trump y su padre, Fred, fueron demandados por ejercer racismo y discriminación sobre personas a quienes les alquilaban apartamentos.
  • Hasta cuatro quiebras sonadas ha tenido Trump en sus casinos y otras propiedades, con cifras que van desde 500 millones hasta 1,8 billones de dólares en pérdidas.
  • En 2005 se abrió la Universidad Trump, que ofrecía educación en finca raíz, uno de los temas en los que su fundador es experto. Con matrículas que ascendían a los US$35.000, nunca obtuvo licencia para funcionar y cerró cinco años después. Para evitar un escándalo mayor, se decidió pagar 25 millones de dólares de indemnización a unos 6000 estudiantes afectados.
  • Contratar empelados ilegales y luego negarse a pagarles por su trabajo, acosar a las concursantes de los reinados que poseía y hasta ejercer violencia sexual contra una de sus esposas, la vida del hoy político más influyente del mundo ha tenido un escándalo detrás de otro.

Para conocer al detalle algunos de ellos, no sobra leer este artículo de The Atlantic. Está en inglés y es algo extenso, pero vale la pena.

De Miss Universo a cerda

La venezolana Alicia Machado fue Miss Universo en 1996, año en que Donald Trump compró la franquicia de Miss Universo. Cuando la reina subió de peso, el magnate la llamó ‘máquina de comer’, ‘Miss Piggy’ y hasta ‘Señorita empelada doméstica’ por el hecho se ser latina. Incluso la puso a hacer ejercicio frente a las cámaras de televisión para demostrar que se estaban haciendo esfuerzos para que adelgazara.

Hoy Machado es ciudadana estadounidense, y pasaporte en mano subió un tuit anunciando que iba a votar por Hillary Clinton, rival de Trump.

El caso Melania

Cinco hijos y ocho nietos tiene Donald Trump, producto de dos matrimonios: Ivanka Zelnickova y Marla Maples. Ambos terminaron en divorcios con eco en los medios de comunicación. Pero nos importa la actual esposa, Melania,  y la actual, Melania. Nacida en la ex Yugoslavia, hoy territorio esloveno, fue modelo y habla cinco idiomas. Ha llamado la atención también por tener en su pasado un set de fotos desnudas y por un par de videos.

En el primero, se ve que la hoy primera dama da un discurso con increíbles similitudes a uno que dio Michelle Obama en 2008.  

En el segundo, visto el mismo día de la posesión de Trump, se nota una rara expresión de Melania donde le sonríe a su esposo cuando él la mira, pero apenas se voltea pone una cara de amargue como si se quisiera morir.

La grandeza se hace en China

‘Make America great again’ fue el eslogan de campaña de Trump. Fue terriblemente pegajoso y efectista y se vio en pendones, camisetas, gorras y otras prendas. Hasta ahí todo bien. La polémica al respecto empezó en octubre de 2015 cuando un ciudadano posteó en Twitter que su gorra con el lema de Trump era hecha en la China.

 

Nuevamente, el 20 de enero, día de su posesión, Trump tuiteó que había que comprar productos hechos por y en Estados Unidos.

Menos de media hora después, una mujer posteó en la misma red una imagen con otra gorra, fabricada también en la China.

Aunque quizá la mejor respuesta fue esta: una foto de una corbata de la marca Donald Trump hecha en China.

Por su lado, el Washington Post publicó el año pasado un artículo con un listado de productos de la marca Trump hechos por fuera de Estados Unidos, entre lo cuales están India, Vietnam, Bangladesh, Honduras y México.

Voy a tuitear mi contraseña

Otra forma de saber qué tipo de persona es Trump es por medio de la gente que se rodea. Es sabido que Pence, su vicepresidente, es conservador, ultrareligioso, está en contra del aborto y tiene tintes homofóbicos, pero lo novedoso es lo ocurrido con Sean Spicer, secretario de prensa de la presidencia. No una sino dos veces tuiteó dos mensajes extraños que ya no existen. Mucho se ha especulado al respecto, desde que eran las contraseñas de su cuenta hasta unos códigos secretos de armas nucleares, lo cual suena descabellado. Sea lo que sea, así es muy difícil sacar adelante un país.

Esta ya es cosecha presidencial. Esta semana fue ampliamente difundido un tuit del Primer Ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, celebrando la idea de erigir un muro entre México y Estados Unidos, recordando que el levantado entre Israel y Cisjordania ha funcionado de maravilla.

El mensaje tiene hasta ahora 54.000 retuits, más de cien mil likes y veinte mil respuestas, no todas ellas cordiales.

 

En un tiempo donde el mundo busca estrechar lazos para salir adelante, aún quedan señas de segregación. La decisión de Trump de prohibir la entrada a Estados Unidos a ciudadanos de siete países del mundo fue un escándalo global y tuvo un episodio muy especial: la de un niño iraní de cinco años que de alguna manera fue considerado una amenaza. Acá la historia y el video de reencuentro con su madre en le aeropuerto de Washington.

Igual, muro entre Estados Unidos y México ya hay, y desde hace varios años, lo que ocurre es que está hecho por tramos y en su momento no causó el revuelo del de hoy. ¿Quién era presidente cuando se construyó? Bill Clinton. Acá un recorrido en dron de varios de sus tramos.

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