El recientemente fallecido tirano cubano Fidel Castro, en varios discursos mencionó que “un mundo mejor era posible”.

Pero que un enfermo incurable por la burocracia del estado como el sátrapa de marras, hablara de un mundo mejor, es un exabrupto, porque a los comunistas totalitarios no les interesa el bienestar de los pueblos, sino únicamente el poder eternamente, así las masas sufran lo indecible, por ello desde la Primera Internacional de los trabajadores en el siglo XlX al marxismo siempre se le ha considerado como una estafa en contra de los humildes, para que surja una oligarquía que con un discurso miserabilista conduzca a las naciones al envilecimiento como sucede en Cuba.

Que el déspota cubano haya mencionado la posibilidad de un mundo mejor, es un ultraje a la razón, sabiendo de quien provienen esas palabras, pues en sana lógica quienes de verdad podrían hablar de la posibilidad del un mundo feliz por su tradición y realizaciones ya sean teóricas o practicas, serían los libertarios, sectores de la social democracia, movimientos ecologistas, los cristianos, parte del liberalismo clásico y diferentes organizaciones sociales, religiosas y culturales que buscan el equilibrio humano.

Pero que el comunismo totalitario hable de un mundo mejor es una aberración, porque hay que recordar que el señor Marx recibió el repudio de los amantes de la libertad, pues buscaba que la dictadura del proletariado se convirtiera en un método de gobierno sempiterno para someter a los pueblos, con lo cual el estado nunca desaparecería y en cambio se creaba una nueva esclavitud.

La admiración que se profesa hacia Fidel Castro en Cuba es por ignorancia, mala fe o por imposición, siendo eso un culto a la persona, especialmente para impresionar a las nuevas generaciones y así heredarles el comunismo, hablando de las “bondades” de la revolución y de unos supuestos progresos sociales y humanos en la isla, cuando lo único equitativo que hay en la tierra del patriota José Martí en la actualidad, es la distribución de la miseria.

Sin embargo los alucinados comunistas e idiotas útiles, se desgañitan hablando de los avances de Cuba en los 58 años de dictadura, lanzándole loas al tirano cubano, siendo eso una monumental mentira difundida por la inteligencia castrocomunista con su aparato de propaganda, porque si fueran ciertos algunos progresos en Cuba con el régimen marxista-leninista, también así como se declara admiración por Castro habría que exaltar a Hitler quien logró en los primeros años de su gobierno destacados progresos económicos y sociales reduciendo drásticamente el desempleo en Alemania en plena depresión mundial.

El cuento del heroísmo del pueblo cubano dirigido por el partido comunista en contra del imperio yanqui, es otra patraña de la camarilla, porque desde la desaparición de la Unión Soviética, Cuba dejó de ser un santuario de Kremlin y por ello una invasión de EE. UU. a la isla era como gastar pólvora en gallinazo, porque derrumbar al gobierno comunista implicaría que por lo menos 6 millones de cubanos irían a parar a La Florida.

Cuba ha sido un país dócil cuya población se somete fácilmente a la mano dura, recordando que fue la última nación de Latinoamérica que se independizó de España, con la ayuda de EE. UU., y lo hizo casi 80 años después de la emancipación del resto de naciones Latinoamericanas, con lo cual se puede explicar antropológica e históricamente la duración de la monarquía de los Castro, que como verdugos del pueblo cubano no solo mediante la violencia brutal han reprimido a la población, sino que también lo han hecho a base de mentiras como la del supuesto bloqueo de EE. UU., cuando el término preciso es embargo que data desde 1961, por el que Cuba no puede comercializar con su vecino del norte, pero perfectamente lo puede hacer con más de 200 países que existen en la tierra, por ello el término bloque es una invención.

Así que el mundo mejor del que hablaba Fidel Castro es una gigantesca falsedad, porque es un contrasentido que un personaje patológico que mediante la vesanía impuso los dogmas del engendro marxista a los cubanos y que lo mismo quería hacer con América Latina realmente buscara el bienestar de la humanidad.

El accionar del comunismo totalitario como enemigo de los pueblos se fundamenta en una concepción criminal para oprimir a las masas con una oligarquía (nomenclatura) cuando logra conquistar la dirección del Estado, por ello precisamente es que los amantes de la libertad deben de defender la democracia ante las acechanzas del comunismo totalitario, porque ese engendro es la antítesis del mundo mejor, que se puede construir con hombres y mujeres de buena voluntad y que no consideren a la burocracia del estado como el principio y el fin de todas las cosas.

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