Lo bueno de esta columna sobre Messi es que no es una carta abierta pidiéndole que no se retire de la selección. Yo intento no escribir cartas abiertas a personas que no conozco y no voy a empezar con Messi, que aunque tenga cara de niño es un hombre hecho y derecho que puede hacer con su vida lo que le dé la gana.

Tampoco vengo a defenderlo, que no lo necesita. Voy al grano: Messi es el mejor jugador de fútbol de la historia. Repito, esto no es una defensa, usted verá qué piensa de ese señor.

Y es el mejor jugador de la historia no porque tenga más o menos títulos que otros, sino porque dentro de una cancha lleva doce años haciendo cosas que los demás no han hecho. Messi juega bien casi todo los días y, solo o acompañado,  sabe hacer todo. Si de títulos se tratara, quienes dicen que Maradona es el mejor estarían equivocados porque Pelé ganó mucho más e hizo más goles. Pero esto no es tenis, y muchas veces un solo jugador no alcanza para ganar trofeos.

Tiene razón Maradona cuando dice que Messi no tiene carácter, que no es líder. Qué carácter va a tener, si es un autista. Es un milagro que ese enano juegue fútbol. Era más probable que en vez de ser el futbolista que es, fuera un tarado, un desadaptado social, virgen y aún dependiente de sus padres. A un tipo así no le puedes pedir que lidere nada.

Maradona, además de inmensa calidad, tenía huevos, y él solito se ganó el mundial del 86. Messi probablemente nunca sea campeón del mundo, y es perfecto, a ver si nos quitamos de la cabeza el cuento de que para ser el mejor hay que ganar un mundial. Eso es mentira, para ser el mejor hay que jugar mejor que el resto. Y cualquiera que juegue fútbol o que lo vea con atención, sabe que lo que hace Messi no lo hace ni lo ha hecho nadie.

Maradona hizo desastres en Boca y Napoli, y ganó un mundial en la que es quizá la exhibición en solitario más impresionante que hayamos visto en el fútbol alguna vez, pero fue un mes. Messi lleva casi década y media vestido de Maradona, a toda hora y contra todos los rivales. ¿Por qué razón habría de prevalecer un mes por encima de toda una vida? ¿Por qué le damos más importancia al fútbol de selecciones que al de clubes?

A Messi no le ha ido bien con Argentina, pero ha sido el líder de el tal vez mejor equipo de fútbol de todos los tiempos. Y ha sido por él. Están Suárez e Iniesta, pasaron Xavi y Guardiola, pero sin Messi, el Barcelona habría sido un equipo relevante apenas, no esa máquina demoledora que lleva una década dominando el fútbol mundial y que tiene a un equipazo como el Real Madrid y a un superdotado como Cristiano Ronaldo como segundones.

El liderazgo de Messi, que lo tiene, no viene por carácter, sino por juego. Quienes lo conocen lo saben. Alguna vez Guardiola dijo: “Messi lo hace todo bien, y lo hace cada tres días”, mientras que cuando a Keita le preguntaron por el secreto del Barcelona, respondió: “Dársela a Messi”. Entiendo lo que significa ganar un mundial, pero a veces hay cosas que no son para uno. Frustrante para el propio jugador, que lo ha reconocido, no ganar un mundial, pero ser la mano que guía al club más demoledor de los últimos 50 años basta y sobra. Y repito, no se trata de los títulos que haya ganado, sino de ver lo que hace partido a partido.

Si la disputa de Messi es con alguien, es con Pelé, no con Maradona ni con Cristiano Ronaldo. Y si fuera con Maradona, este no consiguió en clubes nada comparado con lo que ha logrado Messi. Entonces insisto, ¿por qué darle más relevancia a un mes brillante que a una carrera brillante? ¿Por qué, si a la edad de Messi, incluso antes, Maradona era ya un exfutbolista, o al menos, ni la sombra de lo que alguna vez había sido? Messi a esta edad está en su mejor momento. De hecho, no le importa la edad que tenga, siempre está en su mejor momento.  Dribla como Maradona (o mejor), pasa como Xavi (o mejor) y define como Ronaldo (o mejor). ¿Qué más necesita uno?

Y si no se trata de forma de juego sino de logros individuales, desde Balones de Oro hasta goles anotados, pasando por asistencias de gol, Messi ha roto todos los récords que existían antes de que él entrara en escena. No es la idea bajarle la caña a Maradona, un genio dentro de la cancha, ni a Pelé, el más ganador de todos, pero Messi no tiene comparación. Y para saberlo no hay que ser especialista, basta con haber jugado fútbol alguna vez.

A diferencia de Maradona, Messi se va a retirar viejo porque es un subnormal al que solo le interesa patear un balón. De ahí su grandeza: al tipo no le alcanza la cabeza para entender lo que está haciendo. Nosotros desde afuera parecemos no entenderlo tampoco. Cuando ya no esté entre nosotros, y el tiempo haga lo suyo, y pasen décadas, sin que salga alguien de su misma calidad, entenderemos quién era ese fuera de serie al que por fortuna nos tocó ver.

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