Hecha la ley, hecha la trampa suele ser la frase empleada desde el corrupto menor al corrupto mayor (la corrupción también se presenta en el ciudadano del común ejecutando pequeños actos que no le eximen de ser corrupto).

Lo que no se espera es que personas que se postularon a un cargo de elección popular, que fueron electos y que durante su acto de posesión “juraron” cumplir con sus deberes y las leyes, literalmente las pisoteen y las burlen como sucedió con los alcaldes:

Jorge Iván Ospina, quien gobernó en Santiago de Cali durante el periodo  2008-2011 y cuyo lema fue “Cali, un nuevo latir”.

Esta administración dilapidó gran parte del presupuesto del Municipio en un controvertido programa llamado Guardas Cívicos, que se convirtieron en soterrada modalidad de cuota burocrática y semillero de votantes, sumado a los escándalos por sobrecostos en la remodelación del estadio Pascual Guerrero y al día de hoy se informa que las tan anunciadas megaobras que ya fueron cobradas no serán construidas en su totalidad, debido a la falta de presupuesto.

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Así que el nuevo latir se quedó impreso en la millonaria campaña publicitaria del alcalde Ospina. Ese “latir” que se apagó para muchos caballos carretilleros, que murieron debido al abuso y maltrato a que fueron sometidos.

Cuando el alcalde Ospina asumió en el año 2008, la Ley 769 ya había sido promulgada y en su articulo 98 habla en forma clara y concisa que los alcaldes tenian UN AÑO a partir de dicha ley para erradicar los Vehículos de Tracción Animal (VTA).

En aras del equilibrio, la equidad, la inclusión de las personas que derivan su sustento de la actividad del uso de los VTA, la misma ley ordena y considera:

Las alcaldías municipales y distritales en asocio con el SENA tendrán que promover actividades alternativas y sustitutivas para los conductores de los vehículos de tracción animal”

Así que hasta ahora los dos alcaldes que han violado flagrantemente una ley de orden nacional tenían las herramientas y debían destinar el presupuesto para su cumplimiento.

En el periodo 2012 – 2015 asume la alcaldía de Cali el también médico Rodrigo Guerrero Velasco, que tal como lo promulgó en su discurso de posesión recibe el Municipio con “la olla pelada” y cuyo lema en la alcaldía fue “Construyendo la Cali del mañana” y luego la famosa CALIDAD.

Transcurrió una administración que pasó de lo discreta a lo cuestionable. Los índices de violencia se dispararon no solo en personas (llegando al descaro del burgomaestre de llamar la atención a los medios, por publicar respecto a los índices de homicidios) sino que la violencia también siguió contra los nobles equinos.

Guerrero entregó la alcaldía y se convirtió en el segundo alcalde que le hizo el quite a la ley de orden nacional que ordenaba la sustitución de VTA.

Hablar de más de 50 caballos muertos en Cali por abuso, maltrato, esclavismo, en siete años (hay que tener en cuenta que son muertes registradas, se asume la cifra es mayor) es una vergüenza y ahora otra infracción con la nueva ley de maltrato animal, imputable a un par de alcaldes que en su momento prometieron cumplir con la ley, pero literal le sacaron el cuerpo.

Abolicion

Han transcurrido seis meses desde que asumió la alcaldía el empresario Maurice Armitage, electo hasta el año 2019. Algunos de sus lemas son “Trabajemos duro y seamos buenas personas” y “seamos decentes”. Alcalde: asume usted un reto de cumplir una ley que viene siendo burlada flagrantemente por sus dos antecesores, ser buenas personas y ser decentes, significa que se deben cumplir con la ley y tener la voluntad política para terminar la tarea y compromiso que otros no fueron capaces de cumplir y que tácitamente se reduce a salvajismo contra una especie animal.

Al inicio de esta semana el alcalde Armitage lanzó una novedosa propuesta para hacer que Cali se parezca a Holanda en algunos aspectos y la primera medida sería hacer que la ciudad viva las 24 horas en lo que respecta a rumba y centros comerciales.

Aplaudible propuesta, pero para parecernos al avanzado país europeo se requiere no solo plantar tulipanes, hay que bajar los índices de violencia e inseguridad y ello incluye terminar con la circulación de vetustas carretillas haladas por famélicos y abusados caballos, por las principales vías de la ciudad, que aparte de entorpecer el tráfico, ofrecen un espectáculo deplorable de abuso y maltrato animal, cuando son cargados generalmente con escombros que sobrepasan la capacidad del equino para su tracción y es cuando sobre vienen los golpes y latigazos que ante el reclamo de cualquier ciudadano que tenga un ápice de consideración y respeto por los animales, se tiene usualmente como respuesta del abusador insultos, amenazas e incluso intimidación con sus machetes, arma o herramienta usada por excelencia.

No se trata de estigmatizar a un grupo de personas que se reconoce tienen el derecho al trabajo, pero ese derecho NO debe sobrepasar los derechos animales, por eso se reitera, la ley incluye y considera otorgar alternativas, capacitación, créditos, para que estas personas tengan otra actividad que les permita tener sus ingresos.

Ante la descarada burla, mentiras y engaños de dos alcaldes anteriores, asociaciones defensoras de animales como LA Fundación Defensa Animal, Paz Animal y Patrulla Animalista convocaron recientemente un plantón en la plazoleta de la Alcaldía de Cali.

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No fueron muchos los asistentes, pero fueron los suficientes para hacerse sentir y visibilizar ante el alcalde de la ciudad. Algunos de los asistentes portaban una lápida con los nombres de los equinos muertos a causa de la violencia y maltrato. Ante los medios el alcalde dice que la sustitución de VTA “va poco a poco”.

La ciudadanía espera que ese poco a poco no implique que termine su gobierno y los VTA sigan circulando por las calles y dejando caballos maltratados y muertos, lo que no sucede en Ámsterdam, según su intención de parecernos.

Quedó demostrado que ciudades con mas habitantes y estructuras más complejas, como Bogotá y Medellín, ya cumplieron con la sustitución de VTA. ¿por qué Cali no cumple?

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