¿Acaso soy la única persona cansada de ver a diario historias de sexo, droga, capos y prostitución?, ¿no estamos abrumados con el exceso de apología al delito, por ejemplo?, o ¿qué me dicen de las famosas novelas que cuentan la historia de los cantantes de vallenato o ranchera? Ojo, que cuando menos lo pensemos van a estar presentando la vida de J Balvin o del mismo Maluma, a quien, no nos olvidemos, condecoraron en abril de este año con el Escudo de Oro de la Gobernación de Antioquia. ¿Se imaginan? Seguro que eso lo consideran material para novela de las 8 de la noche. Y aclaro que no tengo nada en contra del cantante, de hecho, no puedo negar que, como la mayoría de colombianos, bailo y tatareo sus canciones, pero en serio no quisiera tener que prender mi televisor después de llegar de trabajar y encontrarme con algo a lo que seguramente llamarían ‘La historia del pretty boy’.

Me puse a investigar, y a nivel nacional, la influencia de los programas de televisión, entiéndase como novelas y realities, ya se define como una problemática que afecta no solo a los adultos, sino también a niños y jóvenes que ven en esas historias ejemplos de vida. Los estudios aseguran que las producciones de violencia sanguinaria, infidelidades y demás, definitivamente influyen en el comportamiento de las personas y marcan una pauta significativa dentro de sus conductas. Si ese contenido afecta en la vida de un adulto, ¿se imaginan cómo se apodera de la de un niño?

Yo no soy mamá, pero tengo tres sobrinos que amo con el alma y unos 10 primitos pequeños a los que quiero ver crecer en una sociedad no tan dañada. La verdad me inquieta ver a los niños de 9 años hablando con la jerga que ven en la novela, pidiendo que le compren la ropa que usa el malo de la historia, o hasta diciendo las mentiras que inventan los protagonistas para no enfrentar sus acciones. Y aquí me detengo un momento, porque la verdad no entiendo por qué los pequeños están pegados a las novelas, cuando se supone que a esa hora los papás ya están en casa y pueden controlar el contenido que ven. ¿De dónde sale la idea de pensar que está bien que sus hijos sigan programas en donde un hombre decide transformarse en mujer y dejar a su familia, o en donde un papá viola a su hija a diario?

La parrilla de programación en Colombia es muy amplia, ¿por qué no darle la oportunidad a un programa de dibujos animados en Cartoon Network, a una serie acorde a su edad como las que presentan en Disney Channel o a uno de los tantos documentales que pasan a diario en Animal Planet y que muestran la riqueza tan grande de nuestro planeta?

Papás, tíos, hermanos mayores, primos, amigos, es hora de tomar consciencia y actuar. Dejemos de estar tan ocupados y dediquémosle tiempo a los niños que, así suene trillado, son el futuro. Y no estoy diciendo que los adultos no deberíamos ver las famosas novelas de las 8, pero recordemos que somos personas mayores, y por ende analizamos las situaciones de forma diferente. En cambio, ellos son niños inocentes, alegres y llenos de sueños e ideales que no deberían estar encasillados en contenidos inapropiados.

*María Camila Peña es redactora de Mi.tv, la mayor guía de televisión en línea en Colombia. Para conocer la programación diaria visítenos en mi.tv/co/programacion

 

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