Château Bistrot logra generar distintos ambientes en un solo espacio. Al entrar se siente una frescura y relajación que provocan ganas de quedarse un buen rato. El espacio en su totalidad integra pequeñas salas para compartir un agradable momento con amigos, familia o en pareja, acompañado de una buena copa de vino o algún otro trago que ofrece su extensa carta de bebidas.

El segundo espacio, que es el restaurante como tal, es un poco más formal y elegante. Sin embargo, pinturas como la de un gato persiguiendo a un ratón y otra de caperucita roja llevando en su canasta latas para hacer grafitis, rompen con ese estilo. Sumado a la decoración, hay increíbles detalles en las vajillas que representan la temática del lugar.

Ahora bien, el sabor y la presentación de los platos, y el servicio del lugar reflejan la excelente calidad de este restaurante. En esta ocasión probamos de entrada el plato mediterráneo, el cual viene con mejillones, calamares, camarones, pulpo, vegetales a la parrilla, entre otros.

La textura, el sabor y la cocción fue ideal y sin duda lo recomendamos. Además, es bastante grande, perfecto para dos personas. Sin embargo, nos hubiese encantado que se aprovechara más la salsa con la que venía, pues estaba deliciosa.

Por otra parte, de plato fuerte optamos por la corvina en vino blanco y espárragos y esta, a su vez, estaba riquísima y muy suave. Aún así, el lomo de res a la pimienta con ratatouille se lleva el premio, ya que es impresionante la suavidad con la que se maneja el corte. El proceso de cocción es lento y largo, pero es preciso para conseguir un sabor y una jugosidad única en la carne. No obstante, la papa que venía de acompañamiento nos pareció muy grasosa, lo que nos hizo perder un poco el gusto.

Finalmente, los postres fueron 1A. El ‘parfait’ de mango y el ‘mouse’ de chocolate resultaron ser perfectos para terminar de la mejor manera la noche. Como podrán dares cuenta, es un lugar increíble, con una muy buena vibra, que si no lo conocen aún, no deben dudar en hacer una reserva. Abren todos los días, menos los lunes.

Sin duda alguna, Château Bistrot es ‘must’ de Bogotá.

¿Dónde queda? Calle 78 # 8-18.

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