Además de periodista polémico e irreverente a Ortiz se le recuerda como un gran experto en salsa. De hecho su programa “La salsa con estilo”, se sigue realizando de manera póstuma en La W, por la gratitud y reconocimiento que siempre le profesó Julio Sánchez Cristo. Jaime también fue conocido como “El olímpico” por su dominio de estos temas y su amplia participación directa en varios JJOO acompañando a los deportistas colombianos hasta en sus momentos más difíciles.

Gracias al trabajo de Jaime Ortiz Alvear como pionero en los JJOO y en diversos certámenes atléticos, los aficionados a las carreras a pie pudimos conocer mucho más de este deporte, incluyendo su historia, sus matices y su valor. Hoy es evidente que el deporte olímpico por excelencia es el atletismo y que el evento central o magnífico de los mismos es la épica carrera de maratón que fue la que inspiró a los modernos JJOO.

Por expertos como Ortiz y otros estudiosos de la historia del deporte como el médico – ingeniero Álvaro Villota V. hoy se pueden identificar hechos históricos de los olímpicos que han marcado al mundo. No es difícil por ejemplo señalar cuál ha sido el maratoniano olímpico inolvidable y tal vez más querido por la gran afición atlética.

Para ello debemos remontarnos a Roma. En los olímpicos de 1960 dos hermanos etíopes, campesinos untados de miseria representan a su país en el maratón. Históricamente Italia había tenido un dominio total sobre Etiopía incluyendo la invasión de Mussolini, de allí que estos morenitos menudos eran mirados con cierto desdén y desprecio.

Uno de ellos, de nombre Abebe, corrió descalzo pasando frente al obelisco de Axum, que fuera robado a su país natal en 1937 por el ejército italiano. Ello lo motiva mucho más y gana sorpresivamente imponiendo nueva marca mundial. Abebe Bikila sería conocido como el atleta descalzo.

En los siguientes JJOO a pesar de someterse a una cirugía abdominal semanas antes de la prueba de maratón (llegaba físicamente disminuido), volvió a repetir en Tokio 64. De nuevo se lleva la de oro para su país con récord del mundo. Una hazaña memorable.

Abebe Bikila se convirtió en el símbolo de su país, un héroe. Hizo parte del ejército real y ya como oficial a los 37 años sufre un aparatoso accidente de tráfico, que lo deja parapléjico y en silla de ruedas. Así volvió a Munich 72 como invitado especial, con 40 años, donde le dieron el honor de dar la salida de la épica prueba.

Bikila no pudo reponerse de la pérdida de lo más preciado en su desempeño deportivo, sus piernas. Por ello alguna vez Jaime Ortiz lo afirmó: ‘Abebe Bikila se “murió de tristeza” cuando apenas tenía 41 años’ y obviamente por las secuelas de su accidente. Hoy es uno de los campeones olímpicos más recordados y queridos por el mundo. Es el maratonista ícono e inolvidable por excelencia.

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