‘Yo soy Betty, la fea’ se emitió en Colombia desde octubre de 1999 hasta mayo de 2001, y RCN, este año, decidió volver a pasar sus capítulos, que también se pueden ver en la página del canal.

Netflix también incluyó a la telenovela en su oferta de programas.

Así que, 15 años después, muchos están volviendo a ver ‘Betty, la fea’. Basta ver los comentarios en redes sociales para comprobarlo.

Pero, ¿por qué este renacer de la telenovela? Hace 16 años, los capítulos de ‘Betty’ eran el principal tema de conversación en taxis, restaurantes, cafeterías, hospitales…, a pesar de que en ese momento el proceso de paz con las Farc en San Vicente del Caguán, supuestamente, era el asunto más importante de Colombia.

Para la muestra, un artículo de Semana, publicado en agosto de 2000:

El pasado miércoles medio país estuvo paralizado. Pero no por alguna noticia relacionada con el proceso de paz, la recesión, algún crimen atroz o la selección colombiana. Esa noche, por fin, Armando y Betty iban a hacer el amor”.

Recuerdo, por ejemplo, una vez que mi madre fue a urgencias y se puso de acuerdo con otra señora para poner la telenovela en el televisor de la sala de espera. Poco importaba el dolor.

‘Betty, la fea’, incluso, se volvió un referente para hablar de la realidad de las empresas de Colombia. Tuve una profesora que la puso de ejemplo en una clase sobre los problemas de las compañías familiares.

Porque la historia ‘Betty’ no se agotaba en lo amoroso. Los líos económicos de Ecomoda y las tramoyas que Armando Mendoza y Mario Calderón, vicepresidente de la empresa, se inventaron para eludir las responsabilidades bancarias también fueron parte importante de la trama.

Y por eso mismo, la situación financiera de Ecomoda se volvió tema de debate económico. La revista Dinero, en marzo de 2000, publicó un análisis enfocado exclusivamente a hablar de las alternativas para salvar a esa empresa.

Estamos hablando de una empresa ficticia, creada en la mente de Fernando Gaitán, libretista de la telenovela, que por sí misma entró a la discusión pública. ¿Ha pasado algo igual con otros programas de televisión?

Hay muchos puntos de discusión sobre ‘Betty, la fea (un artículo académico la cita para mostrar las transformaciones de la representación de lo femenino, por ejemplo), y seguramente mencionarlos todos requeriría un estudio mucho más riguroso.

Pero lo que sí se puede decir es que, tal vez, todos estos elementos hacen que hoy en día, con el siglo 21 a cuestas, ‘Betty, la fea’ se vea como un producto novedoso (¡algunos comentan los capítulos como si nunca antes los hubieran visto!).

Y esto demuestra, sin duda, que la telenovela sigue vigente y sigue siendo la más popular de los últimos años.

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