La tarea de buscar entretenimiento e información que realmente valga la pena en televisión abierta es cada día más tediosa.

Para quienes escribimos sobre el tema de televisión, nuestra labor también se ha vuelto bastante rutinaria ante la carencia de propuestas verdaderamente interesantes y quiérase o no, es inoficioso de alguna manera empecinarse en mantener una postura radical contra el engolosinamiento de los canales privados, apostándole indefinidamente a las narcoseries, bionovelas y telecomedias populacheras, como sus únicas preponderantes cartas de juego ante la impredecible, infiel y quejosa teleaudiencia colombiana.

Paradójicamente, son esos mismos telespectadores quienes les brindan apoyo a todos estos cuestionados formatos y luego, indignados por la oferta televisiva imperante en televisión abierta, reclaman ante las defensorías del televidente la implementación urgida de contenidos culturales, programas que resalten los valores familiares y propuestas que brinden sano esparcimiento a niños y jóvenes, exigen con vehemencia cero violencia y  que no se siga haciendo apología soterrada a los antivalores a través de series, unitarios y telenovelas.

Un circulo vicioso que se ha mantenido las 2 últimas décadas y al parecer ya nos acostumbramos a consumir “televisión basura” y los productores asumieron la  cómoda postura de colmar las expectativas en materia televisiva con cualquier cosa que medianamente desafié al tirano rating, ese mismo que de cierta manera los coarta a asumir riesgos y rescatar esa aquilatada mística para hacer televisión que  nos caracterizaba y resplandeció  como nunca, en  la época dorada de los años 80 y gran parte de los 90.

Hoy se produce televisión como panes en una panadería industrial, pero sin aderezar la masa, ni decorar el producto final. Hay una que otra rescatable excepción en medio del vertiginoso ritmo marcado por las exigencias de los mercados internacionales, las alianzas hechas con otras cadenas latinas y la supuesta  requerida universalidad y homogenización de las producciones, factores que han aniquilado, casi que por completo, nuestra identidad televisiva.

Haciendo el balance del 2016 de nuestra televisión empezaré por listar, según mi criterio, las producciones consideradas como descalabros o fiascos, lanzadas con gran expectativa, pero que pasaron ante la teleaudiencia casi que inadvertidas:

‘Sinú, río de Pasiones’

Canal Caracol

Esta teleserie novelada del canal Caracol no logró calar en el gusto de los televidentes por factores que saltaban a la vista. Uno de ellos fue el tratamiento que se le dio a la mujer dentro de la misma historia, se podría decir que hirió cierta susceptibilidad en el público femenino, aparte el elenco protagónico que incluía reconocidos talentos de la pantalla chica nacional, no tuvo la suficiente química escénica que se esperaba, por lo que la historia se tuvo que recortar y sacarla del aire.

‘Historias de una Madame’

la-madame

Canal Caracol decidió desempolvar y emitir prácticamente como relleno de franja esta producción hecha en Colombia para el mercado internacional, con la que no pasó nada en absoluto, ni generó expectativa alguna en medios especializados.

‘El tesoro’

tesoro

Se suma a la lista de telecomedias producidas por canal Caracol que no han logrado alcanzar la calidad de propuestas antecesoras interesantes y exitosas,  de la misma línea, que no insultaban la inteligencia de los telespectadores y contrariamente mantuvieron una constante empatía de principio a fin. Ese molde de la comedia barata y chabacana está mandado a recoger.

‘Todo es prestao’

prestao

Supuse que canal RCN había escarmentado con aquel fiasco llamado ‘El día de la suerte’, pero quedó claro que no aprendieron la lección y nos presentaron esta producción que raya en la hostigante parodia que rinde culto a la sobreactuación, con un protagonista que la embarró de cabo a rabo en la construcción de su personaje y la voz ridícula que le imprimió al mismo. Creo que su caricaturesca caracterización avergüenza al mismo Galy Galeano, quien se debe resignar de alguna manera con la  jugosa  cifra recibida por los derechos.

Como suele ocurrir en algunas producciones con evidentes falencias, los personajes secundarios como los  interpretados por los actores Kriss Cifuentes y Manuel Prieto, se robaron un rato el show.

‘Azúcar’

Azúcar

Este refrito de un viejo éxito de la televisión de los 90 no contó con suerte pese a lo excelso de la producción, totalmente desangelada y eso que contó con el apoyo de actores que intervinieron en la versión original, afloraron algunos desaciertos en el casting y se erige como un descalabro para canal RCN en su emisión remozada para Colombia.

‘Hilo de sangre azul’

Hilo de sangre azul

A esta teleserie le pasó lo mismo que a producciones como ‘Dr.Matta’, que era una apuesta para darle un giro a lo que ya es común en la pantalla chica nacional, pero la teleaudiencia no es receptiva a una historia de tinte policiaco que involucra suspenso, misterio e intriga. A mi juicio, el elenco protagónico escogido no ayudó mucho para alcanzar la necesaria empatía  con los telespectadores.

Otras producciones que se  podrían considerar fiascos y descalabros son ‘Asia express’, ‘Bailando con las estrellas’, ‘Master Chef’ segunda temporada, ‘Grandes chicos’, ‘Me caigo de la risa’, ‘Día a día en familia’, ‘En exclusiva’ e ‘Hipnosis’.

Producciones, sí pero no… ¡es más de lo mismo!

Hay producciones que se promocionaron con gran expectativa, se mantuvieron al aire con fluctuante rating, pero hay algo en su esencia general, que no permite considerarlas como aciertos destacables, ya se sea por su lento ritmo narrativo, lo enredado de sus tramas o lo controvertido de las temáticas abordadas.

Sin embargo se abona el esfuerzo por tratar de incluir nuevas propuestas dentro del criticado rutinario televisivo, tal es el caso de teleseries como ‘Contra el tiempo’, ‘Bloque de búsqueda’ y de repente también ‘En la boca del lobo’, que pese a estar incluida en el universo de la vilipendiada narcoserie, no se puede desconocer su factura y algunas destacables actuaciones.

otro nivel

El reality de talento vocal ‘A otro nivel’ no tuvo la repercusión esperada como supuesto formato original del Canal Caracol. La teleaudiencia advirtió la similitud con otros formatos internacionales como ‘La voz’, ¡más de lo mismo!, cuya única novedad era el ascensor por el que subían los participantes según el criterio de los jurados al escucharlos a ciegas. Sin embargo, se especula que para el 2017 habrá nueva temporada.

El formato Desafío, en su versión ‘Desafío súper humanos’, se ha convertido en esa opción que aunque ya está súper trillada, la teleaudiencia la sigue respaldando entre tanta oferta mala en TV abierta y le otorga al canal Caracol el rating necesario para mantener el liderato de la codiciada franja triple A y de paso le brinda arrastre al resto de programas en la parrilla, misma razón por la que ya están en la preproducción de  la nueva temporada 2017 ‘Desafío, la urbe’.

desafio

La producción de Telemundo con talento colombiano ‘Sin tetas sí hay paraíso” es una saga que cuenta con muy buena audiencia, pero examinada dentro del contexto televisivo comercial, es neta “basura televisiva” con la que solo se busca exprimir réditos dentro de un mercado latino hambriento de estas producciones que rinden explícitamente culto a la cultura mafiosa, sobre el sofisma de pretender resarcir los antivalores promulgados en la serie madre.

La saturante violencia en esta producción abruma, aparte de las actuaciones paupérrimas y el lenguaje soez que pulula en cada escena.

tetas y paraiso

 Espere en el próximo post el balance de lo destacable.

LO ÚLTIMO