Ana María Estupiñan, por su trabajo en ‘La niña’, se consolida como la actriz joven más integral  y destacada en Colombia y Latinoamérica.

Majida Issa, por su trabajo en ‘Sin tetas si hay paraíso’, sin lugar a dudas demuestra la gran versatilidad histriónica que posee y se ha robado por completo el show con su rol de villana, encarnando a Yesica, la sanguinaria y temida ‘Diabla’.

Christian Tappan, por su trabajo en ‘Cuando vivas conmigo’, demuestra que puede abordar con acierto la construcción de un personaje con amplios matices y contrastes como Felicito Yanequé.

Julián Román, por su trabajo en ‘Hasta que te conocí’, no gratuitamente el actor colombiano logró disputar en franca lid el personaje de esta importante celebridad latina y fue gracias al minucioso y concienzudo estudio que hizo del personaje, alejada de la burda imitación, situación que lo privilegió para ser escogido en este rol que divide su carrera en dos, con muy buenos elogios.

Sebastián Eslava, por su trabajo en ‘La niña’, sorprendió con una actuación muy natural y convincente, su gestualidad en perfecta sincronía con el afloramiento espontáneo de las emociones de Manuel Monsalve, un personaje que logró gran empatía con la teleaudiencia y él como actor,  la necesaria e importante química escénica con su coestelar femenina.

Johanna Fadul, por su trabajo en ‘Sin senos sí hay paraíso’, ha demostrado  que puede explotar más allá de su belleza y sensualidad y  con profesionalismo enfundarse en la piel de un personaje visceral y de voluble carácter como el de  la frívola y caprichosa Daniela.

Adrián Makala, por su trabajo en ‘Sala de urgencias 2’. Este actor mexicano de raíces panameñas se ha fajado interesantes escenas donde juega preponderante papel la emotividad a flor de piel, pese al perfil adusto y refunfuñón de Pedro Beltrán, logra imprimirle a ese aparente ogro de pocos amigos un toque de ternura que desmorona al hombre psicorígido y deja al desnudo su reprimido instinto paternal y la necesidad de amar y ser amado como cualquier otro mortal.

Ricardo Vesga, como el desalmado villano Enrique Morales de ‘La esclava blanca’ logra despertar total animadversión en los telespectadores y ratifica la versatilidad histriónica de este actor a quien estamos acostumbrados a verlo caracterizando personajes de tinte cómico.

 

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