El próximo 15 de febrero se cumplen 51 años de la muerte del cura guerrillero Camilo Torres, ocurrida durante un combate con el Ejército en San Vicente de Chucurí, departamento de Santander.

Por ello ante las negociaciones que se avecinan entre el gobierno y el Eln en Quito- Ecuador; reconociendo que la persona en mención ha sido la figura emblemática de esa narcoguerrilla durante todas estas décadas, habría que analizar a la luz de la Biblia su comportamiento desde el punto de vista de la caridad cristiana.

En la versión de la Biblia “Dios Habla Hoy” Salmo 41(40) versos uno y dos, dice:

Dichoso el que piensa en el débil y pobre; el Señor lo librara en tiempos malos. El Señor lo protegerá, le dará vida y felicidad en la tierra, y no lo abandonara al capricho de sus enemigos”,

lo que demuestra que la caridad con el necesitado es una obligación para el buen cristiano, sin embargo usar al menesteroso de manera oportunistas, para dar rienda suelta a las veleidades, caprichos y apetitos políticos es una afrenta a las obras de misericordia, lo cual le pudo haber ocurrido a Camilo Torres.

Hay que mencionar que en otro pasaje bíblico, según el evangelio de San Juan capitulo 12, narra: que estaba Jesús en Betania, 6 días antes de la Pascua en casa de Lázaro a quien el Maestro había resucitado, le hicieron una cena, entonces María la hermana de Lázaro tomó una libra de perfume de nardo puro, de mucho precio, y ungió los pies de Jesús y los enjugó con sus cabellos, pero Judas Iscariote el que más adelante traiciono al Maestro dijo: “¿por qué no fue este perfume vendido por el equivalente al salario de trescientos días para ayudar a los pobres?”.

Pero de una manera magistral el evangelista aclara que no era que Judas cuidara de los pobres, sino que era ladrón y siendo el tesorero sustraía de lo que echaban en la bolsa; Jesús le dijo a Judas: “a los pobres siempre los tendréis con vosotros y los podréis ayudar, mas a mi no siempre me tendréis”.

Si la estafa comunista del marxismo-leninismo hubiera existido en la época de Jesucristo, Judas seria uno de sus mejores exponentes, pues con el discurso miserabilista muestra su “sensibilidad social” fundamentada en la hipocresía, igual que sucede con los seguidores del ese engendro totalitario, que dicen luchar a favor de los humildes, pero como una treta para conquistar el poder y permanecer en él, por los siglos de los siglos, espoliando y oprimiendo a los pueblos como sucede con las cáfilas comunistas, cuando se toman el poder.

Pero no solo es histórica la supuesta sensibilidad social de Judas Iscariote, ya que no se puede olvidar a Hitler quien en su libro “Mi Lucha” rabiosamente exigía el pan para los hijos de Alemania y condenaba al capitalismo y la explotación; de igual manera Mussolini también proclamaba la defensa de los pobres y los oprimidos de Italia, y fundó el fascismo para ser más revolucionario, así que la humanidad a través de los tiempos ha sido engañada por estos vendedores de humo que le han traído a la tierra grandes calamidades.

Los rituales y mitos que se conjugan alrededor de la figura del cura Camilo Torres hay que analizarlos de acuerdo al cristianismo, que tuvo una actitud libertaria con Jesús cuando fue tentado por el mismísimo diablo, quien le ofreció el poder político con la potestad y su gloria, si se postraba para adoralo, en donde el maligno agregó con respecto a ese poder terrenal: “a mí me ha sido dado y yo lo entrego a quien quiera”, y Jesús rechazó vehementemente ese ofrecimiento.

Esto puede ser una metáfora, pero demuestra que mediante la perversidad, algunos seres humanos buscan llegar a la dirección de las naciones usando las formas más abyectas, dándole de acuerdo a la Biblia un carácter diabólico a esa voracidad, que es lo que sucede con el marxismo que usa a los pobres de herramienta para lograr sus torvos fines.

Así que Camilo Torres no tuvo el comportamiento de un auténtico cristiano, al separarse de la Iglesia, para entrar en el azaroso mundo de la lucha por conquistar el poder político, rechazando lo que enseñó Jesucristo, sino que siguió la senda de una teología de la liberación que es una aberración marxista, olvidándose de la verdadera caridad cristiana, creyendo que el manejo del Estado era el culmen del su proyecto de vida, por eso se armó y fue a parar hace 51 años a una organización marxista leninista como el Eln, que hizo parte de la conspiración comunista totalitaria en contra de Latinoamérica, propiciada por el dictador Fidel Castro y promovida por la URSS para disputarle la hegemonía mundial a EE. UU. en la guerra fría.

Eduardo Bernstein, quien desenmascaró al marxismo en la segunda internacional de los trabajadores, afirmó que el comunismo totalitario era una vulgar copia del cristianismo, pues en los primeros 300 años de la doctrina del Maestro de Nazaret mediante la solidaridad y la caridad se ayudaba a los pobres y se suplía de lo necesario a las comunidades, sin pretender llegar a manejar el gobierno o influir políticamente en el Imperio Romano, pero en cambio el marxismo con sus fórmulas supersticiosas busca mediante la mentira y el crimen, llegar al manejo burocrático del Estado engañando a los necesitados, para montar una dictadura en donde no hay soluciones a los apremios sociales y económicas del pueblo, sino represión y muerte, ya que la dictadura comunista se mantiene con el timo y la fuerza bruta.

Al cura Camilo Torres también se le podría aplicar el pasaje bíblico en el evangelio según San Lucas, capitulo 18 versos 18 al 30, en donde un joven rico le pregunta al Maestro ¿qué haré para heredar la vida eterna? Jesús le dijo cumple con los mandamientos, a lo que el joven respondió todo eso lo he guardo siempre, Jesús le dijo: aun te falta una cosa: vende todo lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven y sígueme. Oyendo esto el joven se puso muy triste, porque era muy rico.

Hermenéuticamente de acuerdo al texto anterior, se precisa que Camilo Torres como el joven rico del pasaje siendo una persona acomodada, no se le vio haciendo obras de caridad con sus recursos económicos, pero en cambio con las armas en la mano buscaba el poder político usurpando la lucha reivindicativa de los pobres, en la que sus pasiones y ambiciones personales las manifestó públicamente.

La guerrilla del Eln trata de mezclar al marxismo que por sus componentes terroristas promueve el odio y la muerte, con el cristianismo que es su antítesis al enseñar el amor prójimo, buscando la construcción del reino de Dios en la tierra sin opresión política ni económica. Y desde luego no hay que olvidar que el Eln asesinó en 1989 al obispo de Arauca, Jesús Emilio Jaramillo Monsalve, y es responsable de otros crímenes en contra de sacerdotes y religiosos cristianos católicos.

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