A través de un buen amigo, terminé desarrollando una importante actividad periodística, como corresponsal de la revista Agricultura de las Américas; una publicación dedicada al tema agropecuario en Colombia y Latinoamérica.

Ibagué, Villavicencio, Bucaramanga, Cogua y Montería serían mis destinos en esa interesante labor de conocer nuestro país y las diferentes actividades que adelantan el sector público y privado en el campo nacional.

Con un foro de la Sociedad de Agricultores de Colombia, SAC; donde el tema principal era el posconflicto y el expositor de cabecera el ministro Rafael Pardo, descubrí que una de las mayores inquietudes del gobierno para alcanzar la anhelada paz, está en la de organizar los predios rurales. Ya que, como se sabe, uno de los principales dilemas de la guerra que ha vivido nuestro país está en la poco justa repartición de las tierras.

Agricultura en América

De manera anecdótica, en este encuentro estuvo presente un joven periodista salvadoreño que contó esa contradictoria evolución hacia la paz, que ha hecho que quien fuera uno de los comandantes guerrilleros sea hoy el presidente de la Nación, “manteniendo la política capitalista en su gobierno”.

Gracias a ser el representante de esta revista, que tiene más de cuarenta años de publicación, estuve en Villavicencio y los hermosos Llanos Orientales. Esta vez yendo tras una interesante noticia. Nada más que la reinserción de una familia que había estado vinculada a la guerrilla.

Gracias a la empresa Alquería, dedicada al acopio y pasteurización de leche, se ha buscado volver rentable la producción ganadera como una manera de abrir espacios a quienes estaban al margen de la ley, dedicados a cultivar la hoja de coca.

La belleza e inmensidad de la llanura colombiana nos permitió entender que en el fondo de estos seres anida un deseo de paz y acercamiento con la naturaleza.

En Bucaramanga, la experiencia fue totalmente diferente. Esa pujante ciudad, esa tierra de las hormigas culonas, con sus puentes inmensos, su comercio y el carácter recio de sus habitantes, sirvió como escenario para el seminario de la Asociación Nacional de Industriales, Andi.

En ese evento, que se llevó a cabo en el Centro de Convenciones, Cenfer, tuve la oportunidad de conocer las expresiones creativas de nuevos empresarios, quienes entienden que la única forma de darle realmente valor a los productos agrícolas es a través de su transformación industrial.

Como ejemplo está la elaboración de una bebida energizante hecha a base de panela o la transformación de una moto en una especie de elemental tractor o pequeño camión.

Y el giro alrededor de nuestro bello país, nos llevó a un pueblo pequeño, escondido en el borde de la sabana cundinamarquesa: Cogua. Allí el asunto era más político. Cerca de cien ganaderos se reunían para proponer un cambio.

Cambiar el manejo del fondo ganadero; que desde hace varias décadas estaba en manos de Fedegan, para pasar a la Nueva Federación Ganadera, NFG. Toda una revolución en la política de los productores de leche y carne vacunas del país. Con iniciativas como la integración de las cabras a la Federación y una mayor democratización del sector, se dio este evento.

Con la lógica de este viaje, las correrías de este corresponsal agropecuario para el 2016, terminaron en la ciudad de Montería. En una ciudad de la costa, que no tiene mar; se dio la rendición de cuentas del llamativo programa del Ministerio de Agricultura “Colombia Siembra”. El municipio de San Pelayo, bajo un sol abrasador, sirvió para que el ministro del ramo, Aurelio Iragorri Valencia, mostrara, además de los avances de su cartera, sus indudables habilidades como chalán.

Sin embargo, allí vimos que resulta más difícil montar un brioso corcel que dirigir las cerca de cuarenta entidades adscritas a un ministerio que resulta de los de mayor envergadura del país.

A lo largo de cerca de un año, mi trabajo en la revista Agricultura de las Américas me permitió conocer este maravilloso mundo del Agro y los hermosos lugares de nuestro país. Espero que el 2017 traiga nuevas maravillosas experiencias; y que se presenten nuevas oportunidades para contar historias, donde el sector de la producción de alimentos y productos agropecuarios brille y se destaque.

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