Uno de sus compañeros, a eso de la 1:44 de la madrugada del pasado miércoles, les avisó por radio que al CAI había llegado un hombre desesperado pidiendo ayuda porque su esposa estaba en trabajo de parto en su humilde vivienda.

Rápidamente, los dos uniformados acudieron al sitio y llamaron una ambulancia, pero en medio de la espera uno de los policías “observó (que) una parte de la cabeza del niño se asomaba, por lo cual tomó hábilmente la determinación de utilizar elementos de bioseguridad y ayudar con la labor de parto”, informó la institución en un comunicado.

Minutos después y cuando el bebé ya había soltado su primer llanto, la ambulancia apareció y los médicos terminaron de hacer el procedimiento. Luego, la mujer, de 30 años, fue trasladada al hospital Materno Infantil.

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La Policía destacó la labor y el compromiso de los uniformados del cuadrante 46 y 11, patrullero Sergio Guarín y subintendente Javier Alexánder Gómez Serna.

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