Ese portal advierte que pese a la enorme influencia que la periodista ha obtenido tanto en Twitter, donde tiene más de 2 millones de seguidores, o en YouTube, en donde supera a la sección política de El Espectador.com, sus contenidos no lograron interesar a las centrales de medios.

Esto porque, según La Silla Vacía, pese a que Internet es el lugar “privilegiado para el debate político, en Colombia gran parte del escaso debate que se da alrededor de los temas públicos ocurre principalmente en los programas de radio”.

Pero no es culpa de Vicky Dávila (de hecho no está comprobado que ella buscara monetizar sus canales) sino de los grandes anunciantes que prefieren concentrar en los medios más influyentes su pauta, sacrificando a páginas de nicho “así estas le lleguen a públicos interesantes para sus clientes”, destacó el portal.

Esta observación de La Silla Vacía contradice lo que otros observadores han notado sobre el fenómeno ‘youtuber’.

Figuras como el chileno Germán Garmedia (HolaSoyGerman) facturan cifras exorbitantes. Se habla hasta de 216.100 dólares al mes. Juan Pablo Jaramillo, famoso ‘youtuber’ colombiano, gana entre 828 y 13.200 dólares mensuales, de acuerdo con Social Blade.

Aunque el experimento de #VickyDávilaDigital resultó más interesante como un fenómeno que superó, incluso, propuestas similares como la de Daniel Samper (HolaSoyDanny), lo que demuestra al final es que los medios tradicionales le ganan, por ahora, la carrera a los medios digitales no por alcance, sino por el interés de las centrales de medios  en recibir mejores comisiones que, en ciertos casos, superan el 25 % sobre la pauta, destacó La Silla Vacía.

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