Esto, de acuerdo con el testimonio del venezolano José Antonio Roa a RCN Radio, que explicó que no solo viven en la terminal terrestre de la capital “también en los alrededores, en el centro comercial y en zonas cercanas. Les toca dormir en el piso”.

Según Roa —que pasó por la misma situación debido a la crisis en su país, y actualmente trabaja en una panadería en el módulo 3 de la terminal— los extranjeros se alimentan de lo que encuentran en ese sitio.

Además, dice que sus compatriotas se las arreglan para que los guardas de seguridad no los saquen, pues si las autoridades los descubren “los sacan a la calle”, agrega la emisora.

Así recordó Roa su situación, cita la cadena radial:

“A nosotros todos los días nos sacaban los vigilantes, pero se descuidaban y entrábamos por otra puerta, yo solamente podía pagar mil pesos para entrar al baño a cepillarme y lavarme la cara, vivíamos uno encima del otro”.

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La emisora cita a otra mujer venezolana que asegura que unos 20 ciudadanos llegan a diario de Venezuela y “sin destino fijo”. Agrega que “hacen una travesía desde la frontera hasta aquí [Bogotá]”, en busca de oportunidades laborales.

Este caso solo es una pequeña muestra de la cantidad de venezolanos que se están radicando en Colombia cruzando indebidamente la frontera.

Las autoridades anunciaron en las últimas horas que se han instalado puestos de control para evitar el paso de esos ciudadanos.

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