Aunque se cumplió el objetivo y el escuadrón enviado por el Distrito recuperó el espacio público entre las calles 85 y 90, por toda la carrera 15, la inconformidad entre los vendedores ambulantes no se hizo esperar.

“Siempre dan soluciones de ‘paño de agüita tibia’. La gente del Ipes dice que tienen estas opciones, pero son a largo plazo y yo llevo 5 años esperando un módulo y nada que me lo dan”, declaró una de las comerciantes informales de la zona, a la que el portal Cívico identifica como Nely Alba.

Otro vendedor al que le recogieron su carpa dijo, a ese medio, que hasta el momento no saben qué va a pasar con ellos y si el operativo de desalojo también contempla una reubicación laboral.

“Por ahora no haremos nada, pero sí queremos que venga alguien del Distrito que nos diga qué van a hacer con nosotros, si nos van a dar trabajo. Tenemos comida perecedera que se puede dañar y necesitamos llevar el sustento a nuestros hogares”, sentenció el comerciante.

Aunque la amenaza de protesta sigue latente en el ambiente, el Ipes (Instituto Para la Economía Social) anuncia en sus redes sociales que las medidas se tomaron porque el espacio público está siendo invadido cada vez más por los vendedores informales.

Incluso, aseguran que varios de estos comerciantes “reciben con alegría las ofertas laborales” que les hizo la entidad distrital.

De todas formas, el Esmad y la Policía siguen haciendo presencia en la zona porque los operativos de desalojo continuarán.

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