Estos vacíos dejados por las Farc, supuestamente el Estado los va a llenar trabajando por transformar las economías ilícitas en lícitas. Esto no está ocurriendo ahora. En cambio, otros grupos ilegales están entrando en estas áreas”,

aseguró Howland en la Cámara de Representantes de Colombia durante el debate para refrendar el nuevo acuerdo de paz.

Este acuerdo, firmado el pasado 24 de noviembre, complementa el del 26 de septiembre, que fue rechazado por los colombianos en el plebiscito del 2 de octubre cuando se impuso por estrecho margen la opción del “no”.

El funcionario señaló además que tiene “miedo” de que el nuevo acuerdo no garantice la no repetición de las violaciones a los derechos humanos en las áreas en las que esa guerrilla tenía influencia.

La realidad de la gente que vive en las áreas de influencias de las Farc ya está cambiando y no es para mejor. No estoy aquí para culpar al Gobierno, ni a quienes votaron ‘sí’, ni a quienes votaron ‘no’. Pero todos comparten la responsabilidad de donde estamos ahora”,

agregó.

En ese sentido, pidió a los congresistas que asuman la responsabilidad de parar el conflicto armado con las Farc lo más rápido posible para no agregar, según él, dos millones de víctimas a los más de ocho millones que ya existen.

Estoy aquí para pedirles a ustedes poner como prioridad los derechos de los más o menos dos millones de colombianos que viven afectados de manera directa por el conflicto armado con las Farc, y para que con sus decisiones no se adicionen dos millones de víctimas más a los ocho millones que ya existen en Colombia”,

explicó.

Asimismo, recalcó que los acuerdos de paz son imperfectos y que el colombiano no es una excepción, pues aseguró que un “mal acuerdo bien implementado” puede ser sostenible.

Trabajar en Colombia por el ‘acuerdo perfecto’ va a condenar a dos millones de personas a la repetición de violaciones de sus derechos porque las Farc se van a desarticular antes de que ustedes creen ese ‘acuerdo perfecto'”,

le dijo Howland a los congresistas.

Por otra parte, afirmó que no es normal que “un país tan desarrollado como Colombia” tenga dos millones de personas que vivan de la coca o de la minería ilegal porque no hay presencia del Estado ni servicios básicos como salud y educación.

Estos dos millones de personas viven miedo por el contexto de violencia. No es normal que muchos de estos dos millones de personas, ni siquiera puedan votar. (…) Piensen en esos dos millones de personas, que tienen que hacer un esfuerzo de uno o dos días para ir a votar”,

aseveró.

De igual manera dijo que para garantizar la no repetición de las violaciones a los derechos humanos en las áreas afectadas por el conflicto con las Farc es necesario que la reintegración de los guerrilleros rasos sea exitosa.

Ellos ya tienen ofertas de trabajo en otros grupos ilegales y en economías ilícitas. La no repetición de violaciones de derechos humanos en las áreas afectadas por el conflicto (…) no está relacionada con lo que pase con los miembros del secretariado (mando) de las Farc, pero sí (…) con los integrantes rasos de las Farc“,

concluyó.

El trámite de refrendación del acuerdo de paz con las Farc comenzó ayer en el Senado, donde fue aprobado anoche, y continúa este miércoles en la Cámara de Representantes.

Con EFE

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