Y esos elementos son claves para entender si, efectivamente, este era un nuevo odioso caso de esos.

El video registra un incidente entre un defensor público del municipio de Tadó (Chocó), Holman Copete, y unos agentes de policía que supuestamente le llamaron la atención por estar consumiendo alcohol con música a alto volumen en una vía del municipio.

Al presentar la revista el incidente como un nuevo caso de ‘usted no sabe quién soy yo’, induce instintivamente a sus lectores a censurar a priori al involucrado. Ahí hay cierto grado de sesgo, y tal vez de ligereza.

“Un nuevo caso de ‘Usted no sabe quién soy yo’ tiene indignados a muchos chocoanos de Tadó”, dice la primera frase de Semana.

Al reseñar el incidente, nuevamente, Caracol Radio asumió que, efectivamente, se trataba de uno de estos casos, reproduciendo el sesgo, y generando algunos errores.

“¿Usted conoce los episodios de ‘usted no sabe quién soy yo’ que tanto nos han avergonzado en Colombia?”, le preguntó el periodista Luis Carlos Vélez a Copete.

La forma en que obtuvo el video Semana podría ser relevante en la medida que apoya la versión de Copete, según la cual, fue presentado ‘convenientemente’, sin incluir la parte en que los uniformados empezaron el operativo y en el que, según él, hubo abuso de autoridad. Si lo entregó una parte involucrada, había que dudar desde el comienzo. Incluso a pesar de no haber sido editado, como efectivamente parece que no lo fue. El video no está disponible en redes, lo que hace presumir que fue entregado a la revista. ¿La desinteresada entrega por parte de una autoridad?

Si hubiera sido puesto primero en redes sociales, e identificado con la marca de agua de Semana, como si fuera propio, el video aún tendría problemas como pieza insumo de una nota periodística.

Así no haya sido editado, la forma parcial en que el video registra el hecho –sin incluir la forma en que los policías iniciaron el operativo– es implícitamente sesgada.

Para evitar este tipo de manipulaciones, en los estados de Estados Unidos donde se exigen cámaras pegadas al cuerpo de los uniformados para registrar los operativos y evitar los excesos policiales, ellos no deciden desde dónde comenzar a grabar.

Copete dijo a Caracol que el operativo lo hicieron 2 patrulleros, uno de ellos “muy decente” y el otro, “el que procedió a grabar, obviamente, cuando le interesó, de una manera muy grosera, muy arbitraria”.

Llama la atención las ‘parcas’ intervenciones del uniformado que hizo la grabación, típicas de quien quiere ‘picar la lengua’ y registrar plenamente la identidad del interlocutor. Incluso en un momento de la grabación (minuto 1:10) muestra complacencia por las respuestas: “ajá, ajá”.

“¿Usted a qué se dedica, jefe? [1:00 minutos], perdón la pregunta”, le dice el uniformado, luego de que Copete esgrimiera argumentos legales contra el operativo (como que no está en una zona residencial sino comercial, entre otros).

“Yo soy defensor público de Tadó… usted cree que por tener un uniforme puede ser arbitrario”, responde Copete.

Luego, nuevamente [1:26 minutos] pregunta el uniformado:

¿Cómo es su nombre… cuál es su nombre?”.

“Holman Copete. ¿Dónde me va a denunciar?”, le responde.

Luego, nuevamente [2:04 minutos]: ¿Usted es defensor público, sí o no?¿Usted es defensor público dónde?”, pregunta [2:17 minutos] el mismo uniformado, luego de que Copete le dijera, desafiante: “Vaya, quéjese, que a mí no me van a sacar. Primero lo sacan a usted”.

“¿Será?”, dice el policía.

Y Copete enumera los municipios donde trabaja.

Es muy raro, por no decir sospechoso, que a esto se limiten las intervenciones del patrullero. También llama la atención que dentro del audio Copete aclara que dice lo que dice porque el uniformado se lo está preguntando.

Todas estas preguntas del uniformado confirman la versión de Copete a Caracol de que nunca dijo por iniciativa propia quién era él, sino porque el policía se lo preguntó. Copete tiene razón.

“Lo más triste es que aparezca el video, pero como prácticamente editado, o tomado desde donde me conviene… (diría el patrullero) vamos a grabar a este tipo desde sus respuestas en una situación que yo (patrullero) generé”, dijo Copete a Caracol. (los paréntesis buscan introducir claridad en la cita de Copete).

Para que haya claridad sobre la intención de estas líneas: ni siquiera si hubo abuso de autoridad al comienzo del operativo, son aceptables ciertas expresiones de Copete hacia los uniformados, o su arrogancia. El presunto abuso de autoridad no justificaría, pero sí explicaría su reacción.

Copete también desarmó uno a uno los argumentos que nacieron de las preguntas de Caracol Radio, parte erradas y parte nacidas del ‘prejuzgamiento’, como las podría describir uno de los abogados de esa mesa de trabajo. Y lo hizo con altura, sin sobresaltarse, desmenuzando una a una las acusaciones.

Copete aclaró que la música se escucha fuerte porque la grabación se hace al lado del carro; que no era su propietario y que había un conductor(a) elegido(a). Pero, sobre todo, aclaró que no era el Defensor del Pueblo de Tadó, sino defensor público, que es otra cosa.

“Usted es el encargado de recibir las quejas de los vecinos, de los ciudadanos, usted es el encargado de recibir las quejas del pueblo”, dijo la periodista Darcy Quinn, y fue respaldada por Vélez: “Usted representa los últimos recursos que tiene la población”.

Cuando Copete hace claridad sobre su verdadero cargo y función (y que no era funcionario público), Vélez lo interpela con una pregunta sesgada; más que una pregunta, una condena:

¿Usted lo que nos está tratando de decir es que usted es defensor de oficio de 7 de la mañana a 5 de la tarde, y que de 5 de la tarde en adelante se puede comportar peor incluso que cualquier ciudadano que no quiera acatar la ley. Para usted, por el solo hecho de ser defensor público, y no del pueblo, le da patente de corso para enfrentar a las autoridades en el tono que bien se le venga en gana?” (Minuto 10:36 de entrevista de Caracol).

Copete, sosegadamente, explicó y dijo que entendía el sesgo de Vélez por la forma en que fue presentado el video y, de paso, hizo claridad que este incidente no tiene nada que ver con su investidura.

Es claro que la reacción airada de Copete, que puede ser la de cualquier ciudadano alicorado por lo que considera abuso de autoridad, se mezcló con las respuestas a las preguntas sobre quién era él, formuladas por el patrullero que lo grababa.

No es tan obvio, como lo presentaron algunos medios, que haya utilizado su investidura para evadir la acción de la autoridad o para agredirla.

En cualquier caso, a ese video le falta un pedazo.

En medio de todo este episodio cobran relevancia los planteamientos del reconocido periodista Álex Grijelmo (‘La información del silencio’, 2012), para quien las manipulaciones informativas basadas en trucos de silencio (que incluyen omitir palabras o editar imágenes) son una forma de decir callando, de contar medias verdades, en este caso, no por parte de los informadores tradicionales (los medios), sino por quienes distribuyeron el video.

En ese texto, Grijelmo emplea el término ‘silenciación’, una especie de patología contemporánea en la que si bien no se dice una mentira o no se da a conocer una información que nunca ocurrió, tampoco se da a conocer la información relevante que puede permitir otras interpretaciones o conclusiones.

Este es el video original de Semana para que saque sus propias conclusiones:

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