Así lo cree Felipe Zuleta Lleras, en su columna de El Espectador ‘El pesimismo como arma política’, en la que cuestiona la estrategia del la clase dirigente de rechazar un acuerdo de paz, porque a largo plazo puede ir en contra de sus intereses económicos.

Deberían pensar que su desconfianza desbordada trae más pesimismo. Corta resulta su visión si no entienden que sus negocios se verán, más temprano que tarde, afectados como consecuencia del negativismo”.

dijo Zuleta en su texto en El Espectador.

Sin embargo, según el periodista, son los propios uribistas los que con su pesimismo dan al traste con los logros en seguridad de su mentor, el expresidente Uribe.

Por usar el pesimismo como arma política, el propio Uribe está borrando con el codo lo que hizo con la mano. Él, mejor que nadie, debería entender esto. Uribe recuperó el país de las manos de la subversión. Gracias a su esfuerzo, finalmente las Farc se sentaron a dialogar.

La razón de esta actitud, de acuerdo con lo dicho por Zuleta, es la obstinación del expresidente contra Uribe.

Según Zuleta, esta actitud se explica porque las élites colombianas que rechazan u acuerdo con las Farc no han sufrido en carne propia los efectos de la guerra y a pesar de sus buenos resultados económicos, se “sientan a despotricar del Gobierno, más con pasión que con inteligencia” y hacen afirmaciones tan descabelladas como que el presidente le va a entregar el país a la guerrilla.

Ellos más que nadie deberían saber que la última persona en entregarles el país a las Farc sería precisamente Santos”.

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