La otra razón: tener los mismos beneficios y garantías de cualquier otro trabajador, “no de terceros que las exploten (proxenetas)”.

En entrevista con El Tiempo, Suárez planteó que estos beneficios se conseguirán a través de un proyecto de ley que será presentado por el senador Armando Bendetti.

Suárez incluye entre las potenciales beneficiarias del Sindicato de Trabajadoras Sexuales en Colombia, y la ley, no solo a aquellas que ofrecen sus servicio en las calles, sino a “las compañeras prepago, y otras que trabajan a domicilio, que son diferentes; tenemos a las compañeras universitarias que después de terminar sus clases ejercen en algún establecimiento”.

Agrega que también están “las que trabajan fijas en algún establecimiento, aunque sin ningún tipo de protección social. A eso hay que sumar que en esta actividad hay mucha población flotante, que va de un municipio a otro o incluso de país en país”.

Aunque la nota de El Tiempo no menciona lo que dice el proyecto específicamente, se asume que los derechos de cualquier trabajador pasan por un ingreso mínimo, aportes a seguridad social (salud y pensión) y riesgos profesionales, entre otros.

Esto hace surgir muchos interrogantes sobre cómo se establecerán: ¿el proxeneta pagará una parte de los aportes como patrón? Aunque la prostitución no es ilegal en Colombia, sí lo es el proxenetismo.

¿Cómo se establecerá la base de liquidación de una actividad tan difícil de auditar?

Como esos aportes están atados a los ingresos, ¿se le ocurrirá a alguien pedir que ellas tributen sobre sus ingresos?

LO ÚLTIMO