La decisión de trasladarlo a ese lugar se tomó porque el tiburón bambú nació en cautiverio en Atlantis Plaza, a diferencia de los otros animales marinos.

“Teniendo en cuenta estas diferencias hicimos un análisis técnico, el Ministerio y la Secretaría [de Ambiente de Bogotá], y se determinó que al tiburón había que darle un tratamiento especial”, explicó Andrea Ramírez, directora de Mares del Ministerio de Ambiente, en entrevista con Noticias Caracol.

En ese sentido, el animal tampoco sería sacrificado.

El tiburón llegó al Ministerio de Ambiente este lunes, cuando un grupo de ambientalistas se comunicó con esa entidad para informar que quería entregarlo.

“No sabemos cómo llegó a manos de ellos. Simplemente, ellos hicieron de forma voluntaria la entrega del animal, en muy buenas condiciones”, precisó la funcionaria.

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