El Espectador asegura que lo que gana la funcionaria equivale a unos 100.000 dólares anuales, es decir, “más de la mitad de lo que devenga un senador en los Estados Unidos: US$174.000” y la cuarta parte del salario del presidente Donald Trump, que está en US$400.000.
Y agrega ese periódico que la onerosa e inútil nómina de 412 procuradores judiciales grado II, el cargo de la señora Romero Otálvaro, le cuesta a la Nación más de $116.000 millones al año y que, en la última década, cerca de un billón de pesos se destinaron al pago de estos exorbitantes salarios.
El periodista Alberto Donadío destaca la inutilidad de ser un procurador judicial II en el sistema penal acusatorio, porque los conceptos que estos entregan ni son obligatorios ni se toman en cuenta.
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“Son solamente un costoso mecanismo para hacer más lenta la justicia, pero ganan el mismo sueldo que los magistrados ante los cuales actúan”, dijo Donadío al tiempo que explica que nadie propone eliminar “estas corbatas”, porque son las cuotas políticas de los congresistas que eligen al procurador general.
Bernabé Celis y la procuradora Magda Patricia Romero protagonizaron un escándalo, luego de que el congresista la agrediera, y ella rectificara su afirmación inicial, explicando las lesiones como el resultado de un resbalón sobre una mesa de noche.
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