Son Pastrana y Uribe los que se parecen mucho a Trump

“La visión negra y oscura hacia el futuro de políticos como Andrés Pastrana y Álvaro Uribe en Colombia, o Donald Trump en los Estados Unidos, se convierte en su mensaje y en su proyecto político”, analiza Aldo Cívico en su columna de El Espectador, y niega así la afirmación de Pastrana en el sentido de que Santos se parece a Trump. “No, señor. Con su visión pesimista sobre el presente y el futuro de Colombia son Pastrana y Uribe los que se parecen mucho a Trump”, insiste Cívico, y agrega que Pastrana y Uribe “son políticos que radican sus aspiraciones en el hecho de que le vaya mal al país”. Y compara: “Cuál hubiera sido el destino de la India, Sudáfrica y hasta de los Estados Unidos si Gandhi, Nelson Mandela y Martin Luther King, en lugar de ser voceros de esperanza y la personificación del optimismo, hubieran asumido las posturas oscuras y cínicas de los uribes, los pastranas y los trumps de nuestros tiempos”.

Prohibición del voto a militares constituye una violación de un derecho fundamental

“La cuestión del voto militar no debería depender de la oportunidad o la conveniencia, porque el ejercicio de un derecho no puede estar sujeto a semejantes consideraciones”, asevera Laura Gil en su columna de El Tiempo, y pregunta: “¿Un ciudadano colombiano deja de serlo al vestir el uniforme de soldado o de policía?”. Recuerda que los textos internacionales de derechos humanos consagran el derecho al voto, y relaciona el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y la Convención Interamericana de Derechos Humanos, que “nos reconocen el derecho de todos ‘a votar y ser elegidos en elecciones periódicas, auténticas, realizadas por sufragio universal e igual y por voto secreto’”. Para esta columnista, Colombia vive un momento de transformaciones y necesita más democracia. “No podemos quedar atrapados en el peso de la historia. Si estamos dispuestos a dar un salto de fe para creer en los miembros de las Farc, ¿cómo no creer en los soldados y policías de Colombia?”.

Hay que apoyar el plebiscito, la paz, no por los privilegiados, sino por las víctimas

“La paz no se trata de nuestros miedos, nuestros egoísmos, nuestros prejuicios. La paz no es un asunto para un puñado de escogidos”, dice Melba Escobar en su columna de El País, de Cali. “La paz es para todos y para que todos tengamos igualdad de oportunidades. Para que las víctimas no se conviertan en victimarios que acabarán por generar nuevas víctimas que un día serán victimarios que generarán nuevas víctimas…”. También sostiene que el mundo de buenos y malos en el que viven los uribistas “es un mundo tan estrecho, como infantil y cruel”. Para ella, la realidad es mucho más compleja y “no hay que tener dos dedos de frente para entender que muchos de esos ‘asesinos’ antes de criminales fueron víctimas de la violencia, del odio, del abandono y la injusticia. No hay que ser un genio para comprender que la violencia solo genera más violencia, la venganza, más venganza, la guerra, más guerra, la sangre más sangre”.

Proceso para el referendo revocatorio dinamizará la vida política de Venezuela, sea cual sea el resultado

Sea dentro del mismo chavismo o desde la oposición, es una señal de avance y cambio, plantea El Heraldo en su editorial. “No se puede soslayar que hay riesgos latentes de que la violencia política se active más”, advierte, pero remarca que “Venezuela está en uno de los momentos más críticos de su historia”, y este nuevo proceso “es una oportunidad para desencadenar transformaciones en procura de un mejor porvenir. Su pueblo no merece menos”.

Coyuntura de promoción de plebiscito debe aprovecharse sociológicamente para descifrar el inconsciente colombiano

Lo que se advierte en el enfrentamiento actual es el discurso del odio, “el fuego”, una motivación que tiene raíces históricas lejanas, dice Fernando Navas Talero en su columna de El Nuevo Siglo. “La injusticia colectiva sufrida por el pueblo ha alimentado la envidia, el resentimiento causado por la discriminación y el maltrato sufrido. Naturalmente que esa frustración ha creado una conciencia colectiva que se manifiesta con violencia, violencia que no es otra  que la expresión del odio y la venganza. La negación del amor”.

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