Allí fueron sacrificados seis de esos animales, a los que despellejaron, con lo que se volvieron a prender las alarmas en la subregión Sabana, donde se habían presentado los primeros casos, reseña El Heraldo.

Ese medio también registra, con base en el testimonio de un habitante de San Onofre, que “en esa población compran el cuero de los animales, lo asolean y lo mandan en cajas para Medellín”.

Este es el segundo caso que ocurre en una semana, reporta, por su parte, El Meridiano. “El hallazgo de los cadáveres fue a eso de las 5:00 de la mañana de ayer [domingo] cuando los labriegos de la zona comenzaron a limpiar un monte. Se encontraron con la espantosa escena en el que 5 animales estaban tirados en el suelo, degollados y sin piel”, dice ese diario.

Cuanta que el primer caso se presentó en el municipio de Betualia, con burros que pertenecían a la finca Techo Rojo. “En esa ocasión aparecieron ocho burros en las mismas condiciones”, agrega.

Las matanzas han provocado “una disminución de la cantidad de burros en Sincé y los municipios aledaños”, advierte Contexto Ganadero.

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