Según el mandatario local Édgar Augusto Villegas Ramírez, es razón suficiente que, según él, el 98 % de los habitantes de ese municipio sean católicos, para prohibir la música en los establecimientos comerciales entre el 20 y el 27 de marzo.

“La restricción es exclusiva cuando las procesiones hagan su recorrido y es un decreto expedido con buena fe, teniendo en cuenta las culturas religiosas arraigadas de Marinilla”, dijo Villegas Ramírez en La F.m.

León René Orozco, secretario de gobierno de Marinilla, explicó, de acuerdo con El Colombiano, que la medida se adoptó después de escuchar a muchos feligreses “que solicitaron la posibilidad de vivir la semana mayor en un clima de tranquilidad”.

El decreto “va encaminado a garantizar que comunidades diferentes a las que tienen que ver con el tema comercial puedan aprovechar los espacios culturales y religiosos que ofrece el municipio en unas condiciones diferentes a las que se viven generando”, dijo Orozco, citado por el diario antioqueño.

Sin embargo, la medida despertó de inmediato el malestar entre los comerciantes de ese municipio del oriente de Antioquia.

Para la Asociación de Comerciantes de Marinilla (Ascom) el decreto es desproporcionado. El presidente de ese gremio, César Augusto Castaño Jaramillo, afirmó en RCN Radio que el alcalde Villegas Ramírez se extralimita en sus funciones y cierra el diálogo.

“La gente está sorprendida porque el Alcalde, siendo abogado, con ese decreto desconoce la Constitución. Hay unos días donde prohíbe la música desde las 3 de la tarde a las 10 de la noche, en una cafetería u otro negocio un día entero sin música a la gente no le gusta eso”, dijo Castaño Jaramillo en la emisora, y anunció acciones legales contra el decreto.

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