La curiosa escena se presentó este domingo por la mañana en inmediaciones del monumento a Los Héroes Caídos, en el Centro Administrativo Nacional (CAN), en donde se dispuso de una tarima para los discursos y la ejecución de la implosión. Fue todo un acto.
Al lado de Santos y Cardona estuvo Claudia Luque, directora de la Agencia Nacional Inmobiliaria Virgilio Barco Vargas, en lo que se podría denominar como el cuadro principal de esta puesta en escena, como quiera que los tres son las cabezas más visibles de la promocionada implosión. También estuvieron el alcalde de Bogotá, Enrique Peñalosa, y el ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas.
Al momento de hacer detonar los explosivos, la soltura y naturalidad con que Luque se puso su tapabocas y las gafas de seguridad hizo resaltar las dificultades que pasaron Santos y Cardona para ejecutar esa misma tarea, simple, sencilla.
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Al Presidente, uno de los dos cauchos que sostienen el accesorio pegado al rostro desde la altura de la coronilla se le enredó en las gafas, con lo que no consiguió taparse la boca en primera instancia, sino toda la cara.
El otro caucho (que normalmente queda en la zona de la nuca) intentó ponérselo debajo del mentón, sin encontrar dónde, así que lo dejó suelto. Quitarse el tapabocas resultó otra ‘odisea’ para el Mandatario: tuvo que retirarse las gafas y acomodarse el peinado.
Cardona sufrió un poco menos pero también se le enredó en las gafas y dejó uno de los cauchos por debajo de su mentón. Santos y Cardona terminaron el breve momento con el tapabocas mal puesto y sin las gafas de seguridad que les pasaron para su protección.
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