Esta afirmación se basa en las declaraciones entregadas por la periodista colombo-española inmediatamente recuperó la libertad hace algo más de 48 horas, según un comunicado del Comando Central del Eln difundido en las últimas horas.

La guerrilla guevarista advirtió que los periodistas ingresaron a una zona de operaciones “en donde los servicios de inteligencia y las fuerzas militares están al acecho para golpear nuestras unidades”, por lo que se ven “obligados a mantener intensos controles territoriales y medidas de vigilancia y seguridad”.

Inclusive, el Eln asegura que la entrega de los comunicadores se alargó más allá de su voluntad, pese a que el Comando Central –después de confirmar la veracidad de las retenciones– ordenó la liberación inmediata de los secuestrados.

De esta manera, el Ejército de Liberación Nacional intenta corregir el aparente error estratégico que afectó su posición frente al eventual proceso de paz con el Gobierno y por eso advierte que se sostiene en la “solución política al conflicto y a la paz, y porque las armas de uno y otro lado no intervengan en la lucha política”, dice el comunicado.

Además, instó al Gobierno a “declarar un cese bilateral del fuego inmediato” que “actuaría sobre distintas crisis humanitarias (…) y generaría condiciones favorables de respaldo al proceso de paz”, al tiempo que se declaran respetuosos con la libertad de expresión.

El Eln alertó que en la región del Catatumbo (zona de intensos operativos militares) existe una crisis humanitaria por el elevado número de muertos y desaparecidos, que se suman a la “situación de abandono, pobreza y marginalidad que han podido constatar los periodistas”.

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