Con esa frialdad y cinismo que lo caracterizan y que sostuvo durante toda la conversación, en la cárcel de máxima seguridad de Valledupar donde cumple su sentencia por 23 asesinatos, de los que solo ha reconocido 6, Ramírez Maestre dijo en el especial periodístico:

“Tantos homicidios que tengo, no recuerdo la cara […] No sé. Créame que no sé. No me acuerdo cuántos”.

En eso insistió el “asesino en serie, monstruo y psicópata”, como lo llaman las autoridades, cuando el periodista Sergio Fajardo le mostró las imágenes y le preguntó cuántos mototaxistas (sus víctimas escogidas) había torturado y matado.

El criminal, de 38 años, padre de 3 hijos, campesino, nacido en el corregimiento de La Mina (Valledupar) y capturado en diciembre del 2012, así respondió sobre los hombres que amarró con la soga hasta causarles la muerte “en 30 segundos” y abandonarlos en zonas despobladas.

Jhon Jairo Amador (19 años)

Jhon Jairo Amador

“Sí, ya sé cuál es. Ese homicidio ya lo acepté. Fue el primer homicidio que acepté en Barrancabermeja”, dijo.

En ese municipio de Santander, el domingo 20 del 2012, Ramírez Maestre citó al joven mototaxista para que le hiciera una carrera. Lo llevó a una zona despoblada del municipio de Tenerife, en el Magdalena Medio, y lo ató con la cuerda de manos, pies y cuello. Dos días después lo encontraron muerto y amarrado a un árbol.

Carlos Alberto Ramírez Algarín (27 años)

Carlos Alberto Ramírez Algarín

“Está en proceso todavía”, dijo el criminal a Fajardo, quién le preguntó: “¿Lo recuerda?”, a lo que él respondió: “No recuerdo la cara. Pa’ que le voy a echar mentiras”.

Mientras el periodista continuaba mostrándole las imágenes, el condenado manifestó: “No me muestre fotos porque por fotos no le puedo decir”.

Ese joven des­apareció el 6 de febrero del 2010, su cuerpo fue encontrado 4 días después cerca del corregimien­to de Río Seco (Cesar).

Ricardo Alfonso Jácome Carpio (25 años)

Ricardo Alfonso Jácome

“Como le digo, no me muestre fotos porque por fotos no le puedo decir si es o no es”, expresó el confeso homicida al periodista cuando vio la fotografía.

Jácome desapareció de Valledupar el 29 de marzo del 2011. Ese día, Ramírez Maestre lo esperó en la esquina de su casa para solicitarle su servicio como mototaxista. Solo hasta el 20 de abril de ese año lo encontraron en una zona rural de Valledupar.

Marlon Enrique Ceballos

Marlon Ceballos

“Ese fue el primer homicidio. Creo que sí”, aseguró.

Lo abordó una mañana de octubre del 2012, con el mismo pretexto de que le prestara el servicio informal. Seis meses después las autoridades confirmaron la muerte del mototaxista y lo encontraron en un sector despoblado de Valledupar.

Marcelo Hernández Opino

Marcelo Hernández Opino

“No lo recuerdo bien”.

El 9 de mayo del 2007, Ramírez Maestre fue hasta su casa a buscarlo para que le hiciera una carrera, según contó la mamá de la víctima que ese día vio al asesino frente a su casa. Desapareció y lo hallaron muerto cerca Valledupar.

Manuel Villareal Chávez (24 años)

Manuel Virrareal Chávez

“Sí, claro. Sí”, respondió cuando vio la foto. “¿Por qué lo recuerda tanto?”, le preguntó el entrevistador y el sentenciado respondió: “Sí claro. Lo recuerdo porque ese era el hermano de la muchacha”. Él se refería a una novia que tuvo, pero no quiso dar detalles sobre las razones del asesinato.

Sin embargo, la exnovia del sujeto dijo en el programa: “Yo fui la que lo conocí. Yo lo llevé a la casa. Yo lo metí en la vida mía, en la vida de él [hermano]. Si yo no lo hubiera conocido a él, de pronto mi hermano estuviera vivo”.

El sujeto des­apareció a su cuñado un 17 de mayo del 2010. El cuerpo fue hallado un año y medio después, en la vereda Paja Larga, jurisdicción de Río Seco. Junto al cadáver de Villareal, las autoridades encontraron cuerpos de otros 3 hombres, bajo la misma modalidad de homicidio.

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‘Era un justiciero’

El ‘monstruo de la soga’ es acusado de cometer unos 60 asesinatos de mototaxistas. Sobre esas víctimas él asegura: “Ellos hacían las cosas y se cubrían haciéndose pasar como mototaxistas […] Eran extorsionistas. Estaban extorsionando a nombre de una organización”, y justifica sus macabros crímenes diciendo que él hacia parte de un grupo de limpieza social para matar delincuentes.

Además, confesó que “todos tenían que ir amarrados de pies, manos, cuello hasta que la persona hablara lo que tenía uno que preguntarle. No era por matarlo ahí y dejarlo y ya. Lo llevaban a cierta parte y le preguntaban: ‘bueno, esto qué pasó’”.

Finalmente, el asesino en serie, entre los 10 más peligrosos de Colombia según la Policía Judicial, pidió perdón a los familiares de sus víctimas. Aunque en su rostro, con sonrisa descarada y mirada tranquila, no se evidencia ni una sola ‘gota’ de arrepentimiento.

“Primero, pedirle perdón a Dios que es el primero. Por todos mis errores. Segundo, pedirles perdón a aquellas familias que en algún momento les llegué a causar dolor, daño, perjuicios a algunos de sus seres queridos. Mis hijos, mi esposa, mi papá y a cada uno de mi familia, mis amigos que ven este programa […] Les pido perdón de todo corazón”.

En ese especial periodístico de 4 Caminos, el delincuente también habló sobre cómo eran los nudos que utilizaba para matar a sus víctimas y le respondió al periodista que lo llamó “depravado mental”.