El reconocido viajero aseguró, en una publicación en su perfil de Facebook, que los hechos ocurrieron en la mañana del pasado martes 24 de octubre, cuando un sujeto se le acercó mediante engaños.

“Estaba montando mi bicicleta en la calle 127 con carrera 19, me dirigía hacia un lugar para llevar algunos de los productos que vendía [que identifican a su país y con los que subsiste] y en el camino me abordó un sujeto en bicicleta que me empezó a hablar mucho. Él me llevó a un lugar cerca de calle 140 N° 19A-34 y, de pronto, se ‘encontró’ con otro sujeto que decía ser su conocido”, relata en la publicación.

Kim Jeong Hwan, además, le contó a Noticias RCN que los hombres “vestían bien, como deportistas”, y que el primer individuo que le habló “le prometió contactos con una agencia de viajes”.

Por esto, ese sujeto lo dejó con su cómplice mientras, supuestamente, iba por una tarjeta a su vivienda porque vivía cerca.

“Me quedé con el otro chico. Este chico me insistió mucho para que le dejara montar mi bicicleta, al principio le dije que no porque la condición de la bici no era muy buena, pero prácticamente me la quitó y empezó a montar alrededor. En un momento muy rápido el sujeto se fue con mi bicicleta y con ella mi maletín rojo con mercancía que tenía para entregar”, agregó en su Facebook.

El coreano, que lleva 5 años por fuera de su país y recorriendo el mundo en distintas ciudades de Asia, África y América, entregó las características de su bicicleta y la mercancía que le hurtaron.

El artículo continúa abajo

“Color azul muy oscuro. Marca y serie: Marin # F497CSR001. En la parte delantera sobre el manubrio tiene una caja pequeña que me servía para cargar mis parlantes. La ‘bici’ estaba con un maletín color rojo. Dentro del maletín había 25 unidades de los palillos de Corea, 5 unidades de la bandera coreana, 10 stickers del teclado coreano”, indicó.

La víctima instauró la denuncia formal y ahora pide que los ciudadanos le ayuden con los videos de las cámaras de la zona para identificar a los delincuentes.

Finalmente, concluyó: “Sí, es cierto tal vez fui muy confiado, pero como creo que no toda la gente que conozco es mala, por eso dejé que el chico montara mi bicicleta. Lastimosamente todo fue premeditado para robarme”.

LO ÚLTIMO