Hay estudios geológicos muy serios que indican que allí existiría un depósito de minerales y de cobre de las dimensiones de los descubiertos en Chile y Argentina, porque toda la formación geológica que hay es parecida a la de La Patagonia”, afirmó Freddy Lloreda, consejero para la Gobernabilidad y el Desarrollo Territorial del Chocó, al portal elmundo.com en marzo de 2016.

No obstante, la discusión de los antioqueños no se basa esas evidencias sino en la defensa de “nuestra integridad” como región. Un argumento al que también apeló el gobernador de Antioquia, Luis Pérez Gutiérrez, quien señaló al Gobierno de querer apaciguar el paro cívico en Buenaventura con esta decisión “sospechosa”.

El dinero de las regalías que generaría la explotación minera en esta amplia región sería uno de los motivos por los cuales los dirigentes de ese departamento están moviendo cielo y tierra para reversar la decisión del Gobierno de anexar Belén de Bajirá, Blanquiceth, Nuevo Oriente y Macondo al mapa político del Chocó.

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Pero también el potencial agrícola que promete convertirse en un centro clave para la producción de banano y palma aceitera, como reconoció la Universidad Nacional. No obstante, señala, la minería y la agricultura son argumentos insostenibles justamente por estar ubicada en una zona selvática, de difícil acceso y sin proyectos de infraestructura.

Hace 16 años que existe la disputa territorial que el Instituto Agustín Codazzi (Igac) resolvió, por segunda vez (la primera fue en 2007) en favor de las reclamaciones de los chocoanos, pero los habitantes de esta región dicen que no aceptan la decisión y que por eso pedirán que se haga una consulta popular, porque se sienten más antioqueños que chocoanos.

El diario El Espectador consultó a varios habitantes que manifestaron sus dudas sobre el futuro político y económico de esta región. Incluso uno de ellos, un hombre de más de 70 años resumió así la situación:

“Aquí se mueven muchas cosas y a mucha gente le interesa que esto sea del Chocó, porque aunque en toda parte hay corrupción, en el Chocó sí que más. Entonces es mejor hacer negocio con el que se deja comprar fácilmente que con el que te pone más trabas, con eso le resumo todo. Por eso la gente no habla, porque tiene miedo”.

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