“Los niños son el mejor ejemplo de esperanza que podemos tener como humanidad. Ellos con su alegría, su música y sus bailes nos recuerdan día a día que siempre es posible comenzar de nuevo y, sobre todo, estar preparados ante posibles riesgos”, dijo Ángela Rosales, directora de Aldeas Infantiles SOS Colombia.

Durante la noche del 31 de marzo y la madrugada del 1 de abril de 2017 fuertes lluvias provocaron que Mulato y Sangoyaco, afluentes de Mocoa, se salieran de su cauce y arrasaran con todo a su paso en la capital del departamento de Putumayo, en donde 200 pobladores desaparecieron y 22.310 habitantes quedaron damnificados.

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Al grabar la canción, precisó Rosales, se busca que el país “no se olvide de Mocoa. No debemos olvidar a las familias, aún falta mucho para reconstruir sus vidas y ofrecer a los niños de Mocoa un mejor presente”.

Además, la propuesta artística representa la fortaleza de las familias de esta selvática zona del sur país y un paso más en la recuperación emocional de las comunidades afectadas por la emergencia.

“Río voraz, llevaste de más, pero nunca la esperanza ni mis sueños de volar, por ti lloré, siempre te amé y hoy renazco de mis ruinas, busco un nuevo amanecer”, es una de las estrofas de la canción, para cuya creación se contó con el apoyo del cantante Camilo Salazar, conocido como ‘Salo’.

La ONG austríaca Aldeas Infantiles SOS trabaja desde hace más de 60 años en el mundo y 45 en Colombia prestando atención directa a niños y adolescentes.

Con EFE