En esa sección del país, el Departamento Administrativo de Prevención de Desastres (Dapard) pidió al mediodía de este miércoles evacuar inmediatamente la zona de Puerto Valdivia, y conminó a las comunidades situadas aguas abajo del proyecto hidroeléctrico Pescadero Ituango a “retírese de inmediato del cauce y de las orillas del río”.

Pero su perentorio anuncio iba acompañado de una advertencia que mantiene desde ese momento en vilo a todo el país por el curso que pueda tomar la emergencia: “En los próximos minutos se aumentará el caudal de agua del río Cauca aguas abajo de la presa. Diríjase de inmediato a los puntos de encuentro”.

En ese mismo sentido, EPM, responsable de Hidroituango, anunció en Twitter: “Mayo 16 de 2018. Hora: 12:11. Informamos a las comunidades aguas abajo del #ProyectoItuango que deben retirarse de inmediato del cauce y de las orillas del río Cauca ya que su caudal aumentará en los próximos minutos. Diríjase de inmediato a los puntos de encuentro”.

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En ambos casos se hablaba vagamente de “aguas abajo”. Solo en una carta que le enviaron esa empresa y el gobernador de Antioquia, Luis Pérez Gutiérrez, al presidente Juan Manuel Santos para informarle de la gravedad de la situación se precisan unos municipios en riesgo en ese departamento (Puerto Valdivia, Tarazá, Cáceres, Caucasia y Nechí) y se menciona “hasta La Mojana”.

Pero La Mojana no es un municipio más. Es toda una subregión geográfica del norte de Colombia, ubicada sobre las cuencas de los ríos Magdalena, Cauca y San Jorge, por lo que está colmada de humedales, que incluye 11 municipios de 4 departamentos: Nechí, en Antioquia; Magangué, Achí y San Jacinto del Cauca, en Bolívar; Ayapel, en Córdoba; y San Marcos, Guaranda, Majagual, Sucre, Caimito y San Benito Abad, en Sucre. Hasta allí se sentiría una eventual creciente de río Cauca, según la advertencia de EPM.

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Ante la situación, las autoridades de prevención y atención de emergencias del departamento de Sucre informaron este miércoles sobre la posibilidad de reubicar a las familias que residen a orillas del río San Jorge también porque están en riesgo de inundarse, informó El Heraldo.

Emigdio Surmay Vergara, coordinador de Gestión del Riesgo en el municipio de San Marcos, capital de la subregión del San Jorge sucreño, le dijo a ese medio que el punto más crítico en Sucre es Seheve, que está en límites de San Marcos y Ayapel (Córdoba).

“Ahí la banca se debilita mientras el agua socava y pone en alto riesgo a la población”, dijo, y agregó en el diario barranquillero que hay un plan de contingencia ante la alerta de desbordamiento del Cauca. Añadió que en conjunto con la Defensa Civil ha recorrido la zona, tras lo cual es evidente que los pobladores están en peligro y se hace necesario que evacúen.

En Bolívar, la Unidad de Gestión del Riesgo Departamental adoptó medidas urgentes para garantizar la protección de las comunidades del bajo Cauca a orillas de ese río. El director de la Unidad de Gestión del Riesgo en Bolívar, Hugo Benítez, explicó a El Heraldo que se determinó el traslado a puntos de encuentro seguros en los municipios de Achí y San Jacinto del Cauca, en las zonas que sea necesario; mientras que hay alerta máxima en Magangué y Pinillos.

“Una vez recibida la comunicación por parte de las Empresas Públicas de Medellín […] iniciamos todas las alertas a los municipios del bajo Cauca: Achí, San Jacinto del Cauca, y una alerta también para los municipios de Pinillos y Magangué”, dijo Benítez, citado por el diario barranquillero.

Sin embargo, esos municipios no cuentan con los recursos para llevar a cabo el traslado de personas. Tras la orden, los alcaldes de los municipios del sur de Bolívar se preguntan con qué recursos trasladarán a toda la población en riesgo, advierte El Universal.

El mandatario de Achí, Javier Nadjar Rodríguez, explicó al periódico cartagenero que en su municipio son más de siete corregimientos que deberían trasladarse, entre ellos, Guacamayo, Playalta, Tres Cruces, Puerto Isabel, Buenavista, Buenos Aires y Puerto Venecia, pero que por no tener recursos para hacer el traslado, la población está corriendo riesgo.

“Estamos hablando del 70 % del municipio, unos 12 mil habitantes para los que los puntos de encuentro seguro no son suficientes”, advirtió, y explicó que el corregimiento más crítico es Buenavista, donde están poniendo costales para evitar el fuerte impacto del río.

Nadjar Rodríguez se quejó de que desde que comenzó la administración estuvo pidiendo a Gestión del Riesgo que aprobara recursos para fortalecer la protección de las riberas, “pero nunca tenían dinero”.

Según el mandatario, desde la Unidad de Gestión de Riesgo se han limitado a emitir las alertas, ordenar la creación de los consejos de riesgo, pero su administración está sola en el tratamiento de los estragos del invierno.

Por su parte, el alcalde de Simití, Alberto Ramírez, dijo al mismo medio que las inundaciones en el corregimiento de Cerro Burgos y otras poblaciones las estaban atendiendo con plásticos y lonas, pues no tienen más recursos.