Ahora, para este viernes por la tarde, se espera que la caravana fúnebre con los los féretros de los integrantes arribe al Comando Aéreo de Combate No. 5 de la Fuerza Aérea Colombiana (FAC), en Rionegro, de donde ya partieron los cuerpos de los bolivianos.

El traslado, en cortejo luctuoso, del las víctimas de la tragedia será desde las cuatro funerarias de la capital antioqueña donde fueron embalsamadas.

Así se van “a llevar todos los cuerpos en una caravana muy simbólica que quieren manejar las autoridades municipales”, dijo Luis Fernando Arango, gerente de la funeraria San Vicente, la más grande de Medellín, en declaraciones a Caracol Radio.

Los cuerpos serán trasladados en unas 35 carrozas fúnebres, agregó a AFP Juan Tavera, gerente de Funerarias Nazareno, una de las encargadas en preparar los cadáveres. Hicimos “un gran esfuerzo para que vayan pronto con sus familias”, aseguró Tavera.

La noche del jueves se ofició una misa organizada por la funeraria San Vicente, en honor a los fallecidos y a la que asistieron familiares de las víctimas.

EFE

La jornada de repatriaciones de este viernes, sin embargo, comenzó a las 8:00 de la mañana, cuando fue enviado un ciudadano venezolano a su país en un vuelo de Avianca. A las 9:00 de la mañana fueron trasladados los cuerpos de cinco ciudadanos bolivianos integrantes de la tripulación de la nave siniestrada, transportados en un avión Hércules de la Fuerza Aérea Boliviana, enviado por el gobierno de ese país, informa la Cancillería.

Y a las 4:00 de la tarde saldrán los 64 cuerpos de futbolistas, cuerpo técnico dirigentes y periodistas brasileños. De ellos, 14 serán repatriados en vuelos particulares, contratados por las empresas para las que trabajaban. Los otros 50, entre ellos, los integrantes del Capecoense, serán llevados, desde Colombia hasta Chapecó, estado de Santa Clara (Brasil), en tres aviones de la Fuerza Aérea de ese país.

El viaje tardará entre 10 y 11 horas y media, dijo a El Colombiano el embajador de Colombia en Brasil, Julio Bitelli. Explicó que, luego de salir de Rionegro, y tras cuatro o cuatro horas y media de vuelo, las naves deben parar en Manaos para reabastecer combustible. Luego los aparatos, en un vuelo de seis horas, van directo a Chapecó, sede del club Chapecoense, donde los esperan para rendirles honores.

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