La mujer, que omitió su identidad por seguridad, aseguró en entrevista con La FM que Claudia Giovanna Rodríguez Altuzarra fue perseguida por su expareja y posterior asesino Julio Alberto Reyes desde la portería de su vivienda —en la localidad de Usaquén— hasta el centro comercial, donde la mató de 3 disparos, este lunes en la noche.

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Aunque la víctima con el apoyo de la taxista buscaron la ayuda de la Policía “nadie hizo nada, nadie la ayudó”, recalca la valiente conductora que por todos los medios trató de evitar la tragedia de su pasajera. Esta mujer también denunció la indiferencia que hubo por parte de los guardas de seguridad del Santafé.

La taxista, en medio de un llanto desconsolado, recuerda: “Ella [víctima] estaba en la portería con su hija, la niña le dijo que la amaba mucho. Ella se subió al taxi y cuando íbamos saliendo a la esquina para coger la avenida principal, ella se acostó en el carro y eso me dio desconfianza. Me preguntó si venía un carro vinotinto de placas 381 y me dijo: ‘Es mi exesposo y no quiero que me vea ¡ayúdeme! No pude ayudarla”.

Recuerda que esquivó 3 veces el carro particular que las perseguía porque durante el recorrido, de casi media hora, Claudia Giovanna le contó que había huido de Medellín porque ese hombre la había agredido. También le dijo que era oftalmóloga y tenía dos hijos.

Durante la desesperada búsqueda por encontrar un policía que protegiera a su pasajera, la taxista halló cerca al centro comercial a un uniformado. Además, contó:

Encontré una patrulla y le dije al policía que nos ayudara. Él dijo ‘ya le llamo al cuadrante’, pero nadie hizo nada. La Policía no la ayudó. Lo único que yo no hice fue tomarle una foto a la patrulla que supuestamente la iba a ayudar”.

Esta conductora, que seguramente actuó bajo su instinto de mujer, le prestó su celular a Claudia Giovanna para que insistiera a las autoridades que la protegieran, y relata:

Ella me estaba contado que tenía el denuncio y tenía medida de protección con un cuadrante al que llamó desde mi celular […] Yo le dije: ‘Llame. Busque ayuda porque la van a matar. Este tipo está loco’. Desde mi celular llamó dos veces y le dijeron: ‘Ya le prestamos atención’. Nadie la ayudó. Nadie hizo nada”.

La mujer relata que Claudia Giovanna en ningún momento dudó en bajarse en otro lugar diferente al centro comercial. Por eso, ella le dio vueltas al lugar durante 15 minutos.

El tipo la esperaba y la esperaba. Di otra vuelta y él seguía persiguiéndonos. Yo esquivé por todos los medios a ese señor, y no pude”.

Pero más allá de tratar de escapar de Reyes, la taxista lo enfrentó cuando se dio cuenta de que ninguno les prestaba ayuda y que Claudia Giovanna estaba decidida a bajarse de su carro.

“Yo me bajé a acompañarla hasta la puerta. Cuando nos bajamos [del taxi] él estaba cerca y ella no podía caminar del miedo. Me acerqué a pegarle a él [agresor] y no pude […]. Cuando lo enfrenté, me dijo que yo era una loca, que ella era su esposa y que yo no sabía qué había pasado entre ellos”, manifestó.

Buscó la atención de un vigilante, pero este hizo caso omiso, según su denuncia:

Había un celador en la portería con un perro y me escucha alegar con el tipo. Había gente, pero nadie acató”.

Otro detalle conmovedor que recuerda esta taxista es que Claudia Giovanna la abrazó, mientras le suplicaba ayuda.

“Lo último que me dijo fue que tenía mucho miedo y que la ayudara. No pude ayudarla más”, relató la entrevistada, mientras lloraba con impotencia.

También culpó a la Policía por la muerte de la mujer y dijo:

La vida de ella no le importó ni a la policía, ni a nadie porque ninguno la ayudó”.

La taxista concluyó su declaración diciendo que todos sus esfuerzos fueron en vano y que “no sirvió de nada, ella está muerta”.

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