Así lo afirma Daniel Coronell en su columna de la revista Semana y cuenta como Víctor Hugo Méndez, hijo único de Eutimio, empezó a ascender en su carrera policial y cuando estaba en curso para capitán fue nombrado en la Sijín de Antioquia.

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Desde Medellín, Víctor Hugo, llamó a su padre para comentarle que adelantaba pesquisas sobre un grupo de “limpieza social” en el que estaban involucrados ganaderos y comerciantes de Yarumal.

También cuenta Coronell, que el hijo de Eutimio le comentó como un superior le había advertido que “mejor se quedara callado” porque había policías implicados y el jefe del grupo era Santiago Uribe Vélez. Sin embargo, Méndez le dijo a su padre que continuaría indagando hasta las últimas consecuencias.

 La última vez que habló Víctor Hugo con su padre fue para decirle que se trasladaba a Yarumal de manera temporal a hacer un remplazo. Dos días después, Eutimio recibió una llamada para decirle que su hijo había sido muerto en un combate con la guerrilla.

El teniente Méndez fue emboscado por un grupo de 11 hombres en la vereda Canoas de Angostura. No hubo ningún otro muerto, expresa Coronell.

La autopsia reveló que los disparos fueron hechos a quemarropa y que esto difiere por lo dicho por otros uniformados que aseguraron haber sido atacados a una distancia entre 50 y 150 metros de ellos.

A Coronell le llamó la atención como revisando la declaración de un suboficial sobre la muerte de Méndez este se refiere al hecho con el término dado de baja “expresión que es usada para referirse a delincuentes muertos en enfrentamientos con las fuerzas armadas y no a los propios hombres caídos en combate.

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