Episodios que, nuevamente, ponen al ‘superabogado’ como protagonista silencioso no solo del aberrante caso de maltrato serial contra mujeres, sino de otros casos escabrosos que involucran a Rugeles.

La frase, contenida en un audio, fue revelada por Camila Zuluaga el miércoles en ‘La W’, y también mencionada por Catalina Ruiz-Navarro en su columna de Espectador sobre el caso de Rugeles.

“Y en uno de los audios, que a mí me parece el más delicado de todos, ella le habla y le dice que no le va a… amedrentar… y que no le vaya mandar con ‘Abelardito’ a sus matones, como ella ya ha visto que lo han hecho”, dijo Zuluaga en ‘La W.

Aunque luego Marcela apareció ‘reconciliada’ en videos en redes sociales (donde ella no luce feliz y él tiene un rostro inexpresivo y frío), cuando pretendió hacer público el caso en ‘La W’ pudo haber explicado a qué se refería con aquello de ‘Abelardito y sus matones’ y qué vio que habían hecho. Pero hubo audios y mensajes que no se revelaron por solicitud expresa de la mujer maltratada, luego de su reconciliación con el agresor.

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Antes de su relación con Rugeles, y tal vez por cuestiones del destino, Marcela tuvo contacto indirecto y referencias de ‘Abelardito’, como ella lo llama. Su hermana, Ana María González Olaya, denunció en 2014 haber sido víctima de abuso sexual por parte del periodista Antonio Morales, pero la Fiscalía archivó la investigación porque “no existía prueba alguna que pudiera comprometer la responsabilidad del citado periodista en la comisión de tales delitos”.

La mujer hasta hoy insiste en que la violación sí ocurrió. El abogado de Morales fue Abelardo de la Espriella.

Ana María ha pedido apoyo para Marcela y en Facebook ha denunciado que Rugeles la ha amenazado a ella y a su madre.

De la Espriella también fue abogado de Rugeles cuando este maltrató y casi mata en 2015 a la hoy periodista de ‘La W’ Johana Fuentes, caso que narra con lujo de detalles Ruiz Navarro en su columna de este jueves en El Espectador.

“Sin embargo, luego fue demandada ni más ni menos que por Abelardo de la Espriella, el mecenas de Rugeles. Cínicamente, Gustavo Rugeles la acusó por agresiones y una jueza dictó medidas cautelares para protegerlo a él y callar a la periodista”, dice Ruiz-Navarro.

El día anterior, la también columnista de El Espectador Cecilia Orozco dijo sobre el mismo caso: “El abogado Abelardo de la Espriella, con quien aparece el maltratador Rugeles en fotografías, lo defendió contradenunciando a la agredida por… lesiones personales. La víctima, con certificado de incapacidad por golpes recibidos, de Medicina Legal, terminó acusada de agredir al sujeto. Y el juez —digo mal, la jueza— que conoció el asunto le concedió medidas de protección al loco para que su denunciante, mujer menuda y de baja estatura, no pudiera volver a atacarlo”.

Lo que Ruiz-Navarro llama ‘mecenas’ y Orozco ‘patrocinador’ es la financiación de su portal en Internet, llamado ‘El Expediente’, y su trabajo en redes sociales en el que, según sus críticos, se dedica a promover noticias falsas y hacer trabajo sucio para sectores de derecha.

Orozco describe a De la Espriella como “filipichín forrado en oro”, cuyos excesos y ostentación fueron descritos por el periodista Daniel Coronell en su última columna, entre ellos, un reloj de 250 millones de pesos y un jet privado con el que visita con frecuencia paraísos fiscales.

El mismo Coronell, en otra columna reciente sobre la financiación de Rugeles, que De la Espriella niega, hace notar que todas las peleas que casa este último son reproducidas sistemáticamente (¿gratuitamente?) por el primero.

En la columna de Coronell, De la Espriella señala como financiadores a un abogado de apellido Moncada, cercano a José Obdulio Gaviria.
“La persona que parece responder a esa descripción es Juan Carlos Moncada Zapata, abogado y antiguo subalterno del parapolítico Mario Uribe y de William Vélez Mesa, conocido por haber sido el telonero oratorio de Pablo Escobar”, dice Coronell.

En su columna, Orozco encuadra a Rugeles en la categoría de “falso periodista” fabricado por el uribismo y nombrado director de uno de los “nuevos medios, pero que en realidad son sitios financiados por gente que aspira a torcer la opinión y cuyo poder y dinero vienen de las cloacas de la sociedad”.

“Porque es obvio que este individuo ha sido el peón de una tarea política por delegación del partido de Uribe o de servidores cercanos al expresidente, con o sin su permiso explícito, aunque sus afirmaciones digitales lo complazcan”, agrega.

De la columnas de Orozco y Coronell se infiere que los intereses a los que sirve Rugeles y fuentes de financiación podrían ser variados.

Entre las víctimas de los ataques de Rugeles  están, entre otros, el periodista Daniel Samper Ospina (acusado de violador de niños); el ‘superabogado’ Jaime Granados por presunto abuso sexual contra una menor (caso en el que otra vez De la Espriella aparece como su defensor); Gina Parody (a quien Rugeles pasó de desearle feliz cumpleaños a cuestionarla por su cercanía con el presidente Santos); la senadora Claudia López (por supuestos nexos de su padrastro con un contratista de Gustavo Petro); y Camila Zuluaga (la otra de las periodistas a quienes Marcela, la maltratada por Rugeles, acudió en ‘La W’ el 28 de diciembre para hacer el caso público, pero que se abstuvo de hacerlo para protegerla a ella misma por recomendación de la Secretaría de la Mujer del Distrito)

Rugeles y Zuluaga se han enfrentado en repetidas oportunidades a través de sus cuentas de Twitter, desde 2015.

Pero la discusión más airada entre los dos periodistas ocurrió en noviembre de 2017, cuando Zuluaga reaccionó ante una columna de Rugeles que habla sobre las noticias falsas en grandes medios de comunicación. En el texto, Rugeles señala que Martín Santos, hijo del presidente Juan Manuel Santos, se juntó con Zuluaga “en torno a una iniciativa llamada ‘No como cuento’ con el fin de combatir las noticias falsas que, según ellos, provienen de las redes sociales y de los medios de comunicación independientes que circulan en la web”.

Por su parte, Zuluaga negó las acusaciones de Rugeles y a los pocos días de publicada la columna, ella solicitó formalmente una rectificación al periodista. Zuluaga también sacó a relucir el pasado neonazi de Rugeles a través de unas fotos que lo muestran con símbolos alegóricos al nazismo.

En el último round, Rugeles publicó fotos de Camila Zuluaga con Juan Mesa, exasesor de Juan Manuel Santos, y otro trino sobre un supuesto caso de acoso sexual que comprometía al exvicefiscal Jorge Perdomo y del cual Zuluaga se habría negado a denunciar.

Y De la Espriella retoma parte de los argumentos de Rugeles para hacer causa común contra Zuluaga, por comentarios de ella sobre revelaciones de Coronell sobre él:

De la Espriella no ha dicho una sola palabra para guardar distancia de Rugeles en el caso de maltrato de Marcela ni explicado por qué es una constante en todas las polémicas en las que está vinculado el ahora denominado “falso periodista”. Algo extraño para un ‘superabogado’ que cuida tan esmeradamente su imagen en medios y se casa con causas que le dan dividendos mediáticos en términos de esa buena imagen, caso que no es el de Rugeles.

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