“Podemos decir que prácticamente hemos terminado el registro e identificación de todo el armamento que tienen las Farc en sus campamentos”, dijo en rueda de prensa Javier Pérez Aquino, jefe de observadores internacionales de la misión de Naciones Unidas en Colombia, encargada de supervisar el desarme de los rebeldes.

Aunque Pérez Aquino no precisó el número total de las armas de la guerrilla, el 29 de marzo Jean Arnault, jefe de la misión de Naciones Unidas en Colombia, sostuvo que la cifra era superior a las 7.000 y para entonces la guerrilla ya había entregado mil.

El gobierno de Santos y las Farc firmaron en noviembre un acuerdo de paz, tras cuatro años de negociaciones en La Habana.

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En el marco del pacto, las Farc se concentran en 26 zonas del país donde a más tardar a finales de mayo deben haber dejado las armas y comenzado su paso hacia la vida civil y transformación a partido político legal.

En el acuerdo se establece un proceso -que empezó a mediados de marzo- de registro, identificación, marcación, dejación y destrucción de armas.

El armamento de los casi 7.000 combatientes agrupados en las zonas de concentración es almacenado en contenedores de la ONU y luego será fundido para construir tres monumentos.

“Prácticamente está cerrado el tema de identificación y registro y hemos empezado con el monitoreo de todas las armas”, agregó Aquino, parte del mecanismo tripartito, en el que también participan gobierno y guerrilla, que verifica el cumplimiento del cese al fuego y de hostilidades bilateral y definitivo.

Colombia vive un conflicto armado que durante medio siglo ha enfrentado a guerrillas, paramilitares y agentes estatales, con saldo de 260.000 muertos, 6,9 millones de desplazados y 60.000 desaparecidos.

El gobierno de Santos, Nobel de la Paz de 2016, busca superar la conflagración interna, por lo que en febrero instaló diálogos con el Eln, última guerrilla activa del país y con unos 1.500 combatientes, según estimaciones oficiales.

Con AFP