Nuncio Apostólico, Ettore Balestrero, citado por El Periódico del Meta, dijo: “Villavicencio es la puerta a toda la Orinoquia. Estar allí es acercarse a los indígenas, a los campesinos, a todos los habitantes de las zonas rurales en esa inmensa región y que todos ellos tangan facilidad de encontrar al Papa”.

Luego, El Periódico del Meta agrega que Villavicencio es “representativa por ser un polo de desarrollo y paradójicamente símbolo del desplazamiento que dejó el conflicto armado en el país, toda vez que se calcula que más de la mitad de su población es víctima de este fenómeno. Aquí también confluyen indígenas, campesinos y desmovilizados de los grupos armados ilegales”.

Y haber sido uno de los escenarios del conflicto armado colombiano y el desplazamiento tiene significado en términos de la reconciliación, en torno a la cual gira su mensaje en esta ciudad.

“Quiere mezclarse con las víctimas de todos los victimarios”, aseguró en El Tiempo del 17 de agosto el padre Francisco de Roux,citado en Las2orillas por David Sáenz Guerrero, que lo explica más en profundidad, retomando otro texto citado por el columnista: ‘La alegría del evangelio’, “en la cual se habla sobre la necesidad de acompañar a las personas en sus sufrimientos”.

El artículo continúa abajo

“Acompañar a la gente en sus sufrimientos significa ayudarlos a reconciliarse con su historia, con su vida y con el otro, eso otro quien en muchas ocasiones fue verdugo e infame. Igualmente significa ayudar a la persona a reconstruir los lazos de amistad que rasgó la violencia. En esto es evidente la coherencia del papa Francisco con el evangelio. Sería conveniente recordar las enseñanzas de Jesús al respecto: “Si al presentar tu ofrenda en el altar te acuerdas entonces de que tu hermano tiene algo contra ti, deja tu ofrenda allí, delante del altar, y vete primero a reconciliarte con tu hermano; luego vuelves y presentas tu ofrenda” (Mateo 5:23-24)”, dice Las2orillas.

LO ÚLTIMO