El abogado del capitán de la Policía que protagonizó el escándalo del video que muestra una conversación de carácter sexual entre el oficial y el exviceministro del Interior, Carlos Ferro, Jesús Vergara, señala que su defendido es una víctima y que ha sido perseguido por sus superiores en la institución, según publica El Epectador.

En una entrevista con Cecilia Orozco, el abogado defiende el derecho de Palacio a grabar el diálogo, aunque niega que lo haya filtrado a los medios.

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Por este escándalo renunció el exdirector de la Policía, Rodolfo Palomino, el exviceministro Ferro y la directora de La F.m., Vicky Dávila.

Vergara señala que el capitán Palacio tenía derecho a buscar las pruebas que fueran necesarias para demostrar la existencia de la red de proxenetismo en las filas de la Policía conocida como ‘la comunidad del anillo’.

Las víctimas tienen todo el derecho a buscar elementos materiales probatorios para la defensa de sus intereses. Igualmente gozan del derecho a la verdad, la justicia y la reparación. Pueden incluso solicitar la exclusión, el rechazo y la inadmisibilidad de un medio de conocimiento. En desarrollo de esa actividad, y según la jurisprudencia, la víctima puede grabar sus propias conversaciones y las de su entorno. Visto de esa manera, no se invade el ámbito privado de ninguna otra persona”,

dijo Vergara.

Y aclara que en ese caso no se violó la intimidad de Ferro:

Cuando la víctima pretende buscar elementos materiales probatorios de manera directa, a través del uso de grabaciones, no adopta el rol de victimario. De lo contrario, por ejemplo, en el caso de una extorsión, ¿cómo haría la víctima para recopilar la evidencia si no habla de la exigencia de dinero y no solicita su precisión? Igual ocurre en situaciones sexuales. Él hacía las preguntas. Quien debía moderar su lenguaje era la persona que respondía”.

En otro aparte de su entrevista, Vergara explica cómo se dirime este conflicto entre el derecho a la intimidad y el derecho a buscar pruebas:

Hay que ponderar el derecho a la intimidad de unos y el derecho de las víctimas a la búsqueda de la verdad. En el juez recae la decisión de sopesar si la grabación es o no legal.

Durante la extensa entrevista, Vergara señala que la extraña desaparición de Palacio no fue un autosecuestro, sino un secuestro:

El capitán se fugó aprovechando un momento de una necesidad fisiológica. Llegó a una casa campesina en donde les contó a sus habitantes quién era y les dijo que se encontraba en una condición crítica. La familia le dio apoyo y les avisó a los parientes del oficial y a la Policía. Él se acostó en una cama porque los dueños de la casa se la ofrecieron por la fatiga que presentaba. El cansancio lo dominó y se quedó dormido, tal y como lo encontró quien tomó la foto”,

asegura Vergara.

El abogado también precisa por qué el capitán no puede acogerse al plan de protección de testigos de la Fiscalía, porque precisamente cumple funciones públicas y debe estar en todo momento disponible para la Policía.

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También explica que no se retira de la Policía, pese a la clara desconfianza de él y de sus superiores,

No por el hecho de ser denunciante de tan graves hechos se debe optar por el retiro; el derecho al trabajo es de rango constitucional. Si bien no existe confianza, ello no indicaría que el oficial debe retirarse. Por el contrario, deberían brindarle garantías para que pueda cumplir con sus actividades”.

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