Uribe Noguera fue llevado en la madrugada de este sábado a la cárcel de mediana y máxima seguridad conocida como ‘La Tramacúa’, y estará agrupado en un solo pabellón con otros reclusos aunque en celdas aisladas, informó El Heraldo.

Entre los ‘vecinos’ de Uribe Noguera hay varios ‘monstruos’ y ‘bestias’ que fueron apodados así debido a los crímenes que cometieron, especialmente contra niños y mujeres.

Uno de ellos es Luis Alfredo Garavito, ‘la Bestia’, que confesó haber asesinado a más de 200 niños, y que lleva casi 20 años en prisión.

Ahí también está el expolicía Levith Rúa Rodríguez, apodado como ‘la Bestia del Matadero’, procesado como presunto violador en serie y señalado de abusar sexualmente y de asesinar a una joven estudiante del Sena en Atlántico.

Otro de los temidos reclusos que menciona ese medio es Manuel Octavio Bermúdez, ‘el Monstruo de los Cañaduzales’, un vendedor de paletas que aprovechaba su labor para engañar a niños en varias zonas del Valle del Cauca. En el prontuario criminal de este hombre se registra la violación y asesinato de 20 menores.

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En esa prisión también cumple condena Luis Gregorio Ramírez Maestre, conocido como ‘el Monstruo de Tenerife’, un hombre que según el medio regional es catalogado como asesino en serie de mototaxistas.

Pese a que en 2013 un juez en Bucaramanga lo condenó por el asesinato de un joven, la Fiscalía dijo en la audiencia que se “calcula que pueden ser 120 las víctimas de este hombre”.

Orlando Pelayo es otro de los reclusos que engruesa la lista de ‘vecinos’ de Uribe Noguera.

Si bien este hombre no tiene apodo de ‘bestia’, sí se le podría asignar el de ‘monstruo’, pues según El Universal está condenado a 58 años de cárcel por el homicidio de su hijo, en 2008, luego de que él mismo denunciara la supuesta desaparición del pequeño y hasta llorara en televisión para hacer más creíble su narración.

El asesino de Rosa Elvira Celi, Javier Velasco, paga una condena de 48 años por el brutal abuso que cometió contra la mujer en el Parque Nacional en Bogotá.

Todos estos presos permanecerán en celdas aisladas y dormirán en camas de concreto de un metro con 20 por 1,90, tendrán una hora de sol al día y estarán bajo estrictas medidas de seguridad en donde guardias probarán sus comidas por riesgo a que los envenenen.