Afirma la periodista, en su columna semanal en El País de España, que estos candidatos aprendieron a utilizar los espacios periodísticos para hacer política y no para responder preguntas incómodas para sus campañas.

Ese es un asunto realmente crítico y frustrante, incluso para la misma Calderón, que ha insistido en que la función del periodismo en temporada electoral es trascender más allá de la figura política para buscar respuestas que le digan al público sobre lo que debe esperar de cada candidato.

Por ejemplo, dice Calderón, la forma en la que Petro y Vargas Lleras esperan cumplir con sus propósitos electorales, ¿no los llevaría respectivamente por el camino de “la dictadura de izquierda o las autopistas llenas de la corrupción”, que son preocupaciones válidas de periodistas y analistas en los debates políticos?

Por eso la columnista formula esta pregunta que tiene como destino los periodistas sobre quienes recae la responsabilidad de conducir los debates:

“¿Cómo podemos, en tiempos electorales, evitar que un candidato utilice los espacios del entendimiento para el proselitismo, repita lo que ya todos sabemos y, en cambio, logremos que exponga sus capacidades como posible gobernante y no sus sueños?”.

Y agrega que esa es apenas una parte del complejo debate diario entre periodistas y candidatos porque además intervienen, y de una manera cada vez más impositiva, los miles de seguidores en las redes sociales, quienes han escogido a los periodistas como centro del matoneo.

“En el caso de Vargas Lleras sus amigos y seguidores ubican al entrevistador en la orilla contraria y buscan la forma de hacer daño político y personal a quienes en su imaginario no están con ellos. En el caso de Petro, se privilegia el insulto y el lenguaje que (Jürgen) Habermas ha pedido cuidar”, precisa la columnista.

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Y menciona además que es inaceptable la imposición de vetos a periodistas y medios de comunicación, ni las amenazas del uribismo cada vez que un periodista decide confrontar, preguntar o investigar asuntos incómodos para Álvaro Uribe o Iván Duque.