El autor de ‘El olvido que seremos’ lamentó que el presidente abandone el poder en un escenario en el que sale con la peor imagen que ningún otro mandatario ha tenido en los últimos períodos.

Pero sobre todo, rechaza en su columna lo que para él ha sido una eficiente “propaganda negra” que los enemigos del presidente montaron para ocultar sus logros.

“Lo que deja Santos es un país con el índice de homicidios más bajo de los últimos 40 años, con niveles de pobreza, empleo, inversión y salud muchísimo mejores de los que recibió”, subraya Abad en su columna.

Enseguida enumera y compara la gestión de Juan Manuel Santos frente a la administración del expresidente Álvaro Uribe. Especialmente, las cifras de homicidios, desempleo, informalidad y desplazamiento forzoso de personas.

Abad destaca que al final del gobierno Santos se redujo el número de homicidios a 24 casos por cada 100.000 habitantes, es decir, 3.300 asesinatos menos que durante el gobierno Uribe.

También resalta que bajó el índice de desempleo a 9,2 % y la informalidad a 49,5 %, cuando en el gobierno de Uribe el indicador de desempleo se mantuvo sobre los 2 dígitos y la informalidad estuvo 8 puntos arriba, sobre los 57,9 %.

Según Abad, las cifras positivas también se ubicaron en la reducción del número de desplazados, aumento del turismo extranjero, reducción de la pobreza, la desigualdad y la pobreza multidimensional.

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Puntos aparte son las obras de infraestructura (4G) que están en marcha a pesar del escándalo de la multinacional Odebrecht.

El escritor aclara que no está comprado por el gobierno y que además ha demostrado desde su columna haber criticado a Santos cuando se ha equivocado.

“Ni en este ni en ningún otro gobierno he sido empleado público y espero morirme sin serlo jamás en este país ingrato”, señala el columnista.