Según dice el alcalde de Timbío, Libardo Vásquez, la decisión surgió luego de un sondeo en el que una gran cantidad de mujeres consultadas afirmaran haber sido víctimas de este tipo de acoso en la calle, informa el portal Confidencial Colombia.

“Está bien que a las mujeres hay que tratarlas muy bien y les puede echar unos piropos, pero no esta clase que estamos acostumbrados acá en el municipio”, explicó Vásquez citado por ese medio.

El mandato prohíbe silbarlas y lanzarles comentarios de mal gusto, como el popular piropo que más molesta a las habitantes de esa población: “Si así como camina cocina, yo me como hasta el pegao’”.

Si bien el hombre que infrinja esta norma no será acreedor de un castigo penal o económico, sí tendrá una sanción pedagógica. Por eso, la administración municipal instaló vallas en varios puntos para llamar la atención sobre esta galantería callejera de mal gusto.

Foto: Alcaldía de Timbío.

“Pregúntese, por ejemplo, qué es lo primero que se le viene a la mente cuando a un hombre le dicen ‘zorro’ -alguien sagaz, ¿verdad?- pero ¿qué pasa cuando a una mujer le dicen ‘zorra’? responda usted mismo”, indicó Ángela Pizarro, enlace de género en la alcaldía, citada por La F.m.