Mondragón está preso por el caso de Estraval, firma de la que era presidente y que quebró “en 2016 en medio de un fraude que lesionó a más de 4.000 personas. Mondragón vendía la misma libranza una, dos, tres y hasta cuatro veces”.

Donadio destaca el contraste entre la agilidad de la Procuraduría para iniciar una acción disciplinaria contra Luis Fernando Alvarado, el liquidador de Estraval que ha “destapado la podredumbre” que allí había, con la lentitud para formular cargos contra los funcionarios de Supersolidaria (entidad que entre otras funciones vigila la actividad financiera de las cooperativas) “que fueron complacientes con las actuaciones ilícitas de Mondragón, al permitirle que cometiera toda suerte de abusos con las cooperativas utilizadas para perpetrar el fraude de las libranzas”.

Pero lo más grave es que –según relata Donadio- la acción de la Procuraduría contra el liquidador fue instigada por el propio Mondragón.

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“Si la Procuraduría no se viene con todo contra los funcionarios públicos que fueron cómplices de Estraval, habrá que suponer que alguien protege al pillo Mondragón. Que tiene poder es incuestionable. Sin llegarle a la suela a Luis Carlos Sarmiento Angulo, Mondragón logró que un expresidente de la República asistiera a la inauguración de una diminuta entidad financiera”, dice Donadio en El Espectador.

Mondragón saldría en enero de la cárcel por vencimiento de términos: fue capturado en enero de 2017 pero los jueces no le formularon cargos.

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