Todo empezó, según la emisora, cuando el centro médico cambió la empresa con la que contrata los especialistas. Es decir que por varios años la Fundación Cormedes prestaba ese servicio, pero en el más reciente concurso, fue el Consorcio Ceren el que se quedó con el contrato.

Luego de perder la licitación, los médicos pediatras de Cormedes empezaron a tener “una serie de comportamientos “cuestionables” y “mafiosos” contra sus colegas de Ceren, explicó Carolina Guzmán, representante legal del consorcio, al medio:

“Cualquier médico que decidiera prestar el servicio con nosotros terminaba amenazado, lo llamaban para decirle que si seguía ayudándonos no iba a volver a conseguir a trabajo, lo iban a vetar; y de esa forma lo hicieron con varios profesionales, dejándonos sin gente para trabajar y atender los niños”.

Lo más grave es justamente eso: poner en peligro la vida de los niños que atienden en el Hospital de la Policía, pues estos doctores “son los encargados de remitir los niños a las especialidades pediátricas que maneja Ceren”, añade la emisora.

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La denunciante, por su parte, agrega que algunos médicos ceden a las presiones y terminan renunciando, y quienes deciden prestar atención les toca hacerlo escoltados.

Guzmán dice que han tenido que pedir acompañamiento de la Policía o atender los menores a escondidas para no ser saboteados o amedrentados, pues hasta crearon grupos de WhatsApp para “boletear” a quienes contratan con dicho consorcio para atender los casos más urgentes.

Los documentos de la denuncia ya fueron radicados ante el Ministerio de Defensa, la Unidad de Sanidad Militar, y los organismos de control y tribunales médicos, que adelantarán una audiencia para hacerle frente a la situación.