Lo que se confirmó con esa reunión en El Vaticano es que el expresidente Uribe no va a hacer nada que favorezca la consolidación del proceso de paz, afirma Daniel Coronell en Semana.

El periodista enfatiza: “Si el proceso de paz con las Farc funciona, Colombia no necesita más a Uribe, tan fácil como eso”.

Por eso, insiste Coronell, el uribismo desprestigia con constancia el proceso, divulga mentiras sobre sus alcances y pregona hasta el cansancio, con el fin de infundir miedo, que Colombia se dirige hacia el infierno castrochavista o que nos vamos a convertir en Venezuela.

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Recalca el columnista que está posición contradice lo dicho por el mismo Uribe y por miembros de su equipo cuando en 2003 abogaban por la no imposición de penas a miembros de grupos armados promoviendo una ley de alternatividad penal para iniciar el proceso de paz con los paramilitares.

Aprobación del referendo presentado por Viviane Morales es funesto

Según la norma, en el futuro ninguna persona podrá adoptar niños en Colombia por no pertenecer a lo que la señora Morales llama “familia óptima”, todo para evitar que los gais o lesbianas adopten, comenta Felipe Zuleta Lleras.

Además, agrega que la senadora y su esposo olvidan que millones de colombianos fueron criados en hogares que solo estaban conformados por uno de los padres.

“La norma es tan absurda que derogaría un artículo de 1857 del Código Civil que permitía a los solteros adoptar, y por cuenta de este referendo eso quedaría prohibido. Tengo muchas amigas que decidieron no casarse pero que adoptaron. Son hoy por hoy unas familias maravillosas conformadas por ellas y sus hijos”.

Por último, el periodista no duda en que la Corte Constitucional cuando revise la norma diga que es discriminatoria y que viola los derechos de millones de colombianos.

Carlos Alonso Lucio y ‘Popeye’, ahora lucen como redentores

Mientras el primero logró salir indemne de sus relaciones non sanctas con los Nule y con los hermanos Moreno; el segundo, con Biblia en mano, a través de YouTube amenaza, intimida y hace apología de la violencia sin que la justicia lo llame a cuentas, expresa María Jimena Duzán en su columna de Semana.

“La defensa de la moral cristiana le ha servido a Lucio para que la Fiscalía no lo haya investigado, para que sus relaciones con el bajo mundo sigan inescrutadas y para mantener el poder de intimidación sobre sus críticos”.

Mientras que ‘Popeye’ que cumplió su pena y merece ser reincorporado a la sociedad, no puede utilizar la libertad de expresión para intimidar a quien se el viene en gana, resalta la periodista.

Permitir que un personaje tan funesto como Popeye nos dé clases de periodismo investigativo es tan indigno como permitir que Carlos Alonso Lucio nos dé clases de moral cristiana, concluye Duzán.

El 2016 va a terminar mal

Así lo sostiene Rudolf Hommes en su columna de El Heraldo, basado en el Informe de Seguimiento Mensual del DNP en el que señala que el crecimiento del PIB en el tercer trimestre fue apenas del 1,2 % anual, el segundo más bajo en los últimos 12 años.

Se debe tener en cuenta que la agricultura tuvo un retroceso de 1,7 %, el comercio se ha desacelerado, la producción de agua y energía eléctrica también cayeron, como lo hizo el transporte y el sector de minas y canteras, explica el exministro.

“En comparación con Brasil, Chile, México y Perú solamente el desempeño de Brasil en cuarto trimestre de 2015 fue peor que el de Colombia”.

Un premio Nobel de Paz sin santistas

El que es considerado el hombre del año, el que logró firmar la paz a solo dos meses de perder un plebiscito no cuenta con personas que se declaren abiertamente como seguidores de Juan Manuel Santos, a diferencia de los uribistas, o en su tiempo los lopistas, turbayistas o pastranistas, opina León Valencia en su columna de Semana.

“No es un caudillo, ni un líder carismático, nadie se siente especialmente inspirado por él, nadie cita una sentencia de su autoría o una frase memorable, nadie se acuerda de un discurso que haya inflamado los corazones, nadie ha llorado con él en una plaza pública ni siquiera cuando él ha soltado una lágrima en algún extraño momento de su oración”,

Sin embargo, el columnista agrega que alguna virtud o habilidad debe tener si ha derrotado una y otra vez a un adversario carismático, ese si adorado por miles y miles de seguidores.

Valencia sugiere que el plebiscito fue el más grave error de Santos, precisamente por no comprender las limitaciones de su liderazgo y porque pensó que podía dejar tendido en la lona a Uribe y lo que hizo fue dejarlo en la primer fila para las elecciones de 2018.

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