Sí, Valencia no salió por iniciativa propia, o porque tuviera otros proyectos a los cuales dedicarse. Fue echado.

Previamente, el domingo, en el último párrafo de su columna se despedía: “Esta es mi última columna. Mi gratitud enorme a Felipe López y a Alejandro Santos por su acogida durante siete años en una revista tan importante en la formación de la opinión colombiana”.

Vanessa de la Torre, de Blu Radio, dijo que le habían informado, extraoficialmente, que era una decisión económica, un tema de recorte presupuestal.

Sus compañeros de panel respondieron que había algo más, que desechara la explicación de los costos del papel, y arriesgaron a decir que podría ser que él se había vuelto monotemático, o que los temas sobre los que escribía ya no eran de interés.

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Julio Sánchez Sánchez Cristo, en La W, dio más claridad, asegurando que la salida obedece a que la revista quiere dar espacio a nuevas voces, e hizo notar que los 5 columnistas que había hasta el fin de semana, y que incluían a León Valencia, tenían un denominador común. ¿Cuál?

“Es que la revista tiene razón. Si usted mira, tiene 5 extraordinarios columnistas. Todos son muy buenos para el gusto que usted quiera. Daniel Coronell es más que una columna; como me dice el presidente del grupo Semana, es una unidad investigativa. Mire todas las columnas y se dará cuenta de que todas son buenas, agradables, tienen su público y muy buena lectura, pero tienen un común denominador: todas son críticas, muy críticas, de una misma persona: Álvaro Uribe. Me imagino que van a buscar equilibrio. Los 5 columnistas son antiuribistas”.

Además de León Valencia hasta el fin de semana, y Daniel Coronell, en la revista escriben Antonio Caballero, María Jimena Duzán y Daniel Samper Ospina.

“Álvaro Uribe fue una coyuntura. No fue planeada así. No escogieron 5 columnistas (antiuribistas). En otros momentos no eran antiuribistas, pero las circunstancias los fueron llevando a ser muy críticos de Álvaro Uribe”, agregó Sánchez Cristo.

Para abrir espacio a otras voces, la revista creará una columna que no estará asignada permanentemente a una persona, sino que rotará. Esta se llamará ‘Mi turno’. Seguramente, en esa columna habrá voces uribistas.

Esa apertura en la sección opinión va de la mano con otra menos pública y es la llegada de personajes cercanos al uribismo a cargos claves de la revista, como la gerente general, Sandra Suárez, que fue coordinadora de agenda de la campaña de Álvaro Uribe, Alta Consejera para el Plan Colombia y ministra de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial.

También están Ricardo Galán, gerente digital de la revista, que fue jefe de comunicaciones de Álvaro Uribe, y Cárol Ramírez, gerente administrativa y de comunicación corporativa, que trabajó con Galán cuando este estuvo en la Casa de Nariño.

Suárez lidera una reestructuración interna que ha significado la salida de muchos periodistas. La pregunta es si el relevo de ellos también significará una ‘apertura’ del contenido informativo en publicaciones Semana, en particular en la revista. Una pregunta clave en la antesala de la contienda electoral que se avecina.

También es un hecho que el uribismo ve a la revista Semana como un medio antiuribista.

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