Como era de esperarse, el paseo con la familia terminó en que el usuario, pese a tener un carro con todas las normas de seguridad y con la revisión técnico-mecánica en regla, tuvo que dedicar todo el día en los ‘patios’, tratando de sacar su vehículo, con un costo de 700.000 pesos más el tiempo perdido.
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El cuestionamiento va a que los policías saben que hay ciertos componentes que según la ley les permite inmovilizar un vehículo, por minúsculos que sean, lo cual deja en el aire si de verdad están buscando hacer cumplir la ley, o si se trata de perseguir a motoristas que cumplen con la ley o simplemente buscar ‘mordidas’.
Este es el testimonio de un ciudadano que prefirió mantener su nombre en reserva:
“Estas fotos son la historia de cómo un sistema de leguleyadas está perfectamente diseñado para la corrupción. La siguiente foto es lo que se ve a través del vidrio panorámico de mi carro. Si se fijan bien hay un puntico entre el poste de luz y el edificio. Es la huella de una piedrita que le cayó hace más de 2 años. Ha sido revisado en el concesionario donde siempre le hago mantenimiento, para asegurar que no vaya a generar ningún problema en el futuro”.
“El carro cumple y excede con todos los requisitos de seguridad, incluyendo varios airbags, ABS, control de tracción, etc. El carro también pasa todos los requerimientos de seguridad y correcto mantenimiento preventivo en el concesionario importador de la marca. Y por supuesto, tiene también las revisiones técnico-mecánicas hechas en un centro especializado”, narra el motorista.
“Pero resulta que hay una norma por ahí escondida dentro del código de transporte que permite a un policía inspeccionar un vehículo y, si nota algún defecto en el vidrio, puede inmovilizar el vehículo. Y los policías lo saben. Y a pesar de que en Bogotá hay millones de prioridades mayores en términos de seguridad física y de tránsito que el puntito en mi vidrio, una policía se dedicó a inspeccionar mi carro hasta que lo encontró. Y como no quise ofrecer coima para que dejara de molestar, la agente que se ve en la foto, al lado del certificado de revisión técnico-mecánica vigente de mi carro, me puso un comparendo por ‘no cumplir con la norma de revisiones técnico-mecánicas’”.
Por el motivo anterior, el carro “lleva un día en los patios, yo llevo un día perdido haciendo vueltas para sacarlo, con un costo que será de unos 700 mil pesos, sin incluir los repuestos ni mi tiempo perdido. Y ya no hay nada qué hacer y ese dinero ni mi tiempo serán recuperados”.
El texto concluye con dos cuestionamientos del usuario, esperando que sean las dudas de otras víctimas de estos excesos de la policía:
- Si a pesar de tener todos los documentos técnicos en regla, un agente de tránsito está en la capacidad de inmovilizar un vehículo por detalles como este, ¿no creen que estas leguleyadas en vez de mejorar la seguridad promueven la corrupción?
- ¿No tiene la Policía de Bogotá algo más importante que hacer?
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