“El sistema climático, como todo sistema natural, tiene una variabilidad interna, donde hay días extremos hacia arriba, extremos hacia abajo, y otros que se quedan muy cerca del promedio. Ayer tuvimos un día muy extremo hacia arriba, pero todavía no tenemos evidencia que nos permita decir que esto se va a volver la generalidad en Bogotá”, dijo a Blu Radio Javier Mendoza, del Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales de Colombia (Ideam).

Para Mendoza, ‘generalidad’ significa que ese pico se repita a lo largo de los años, por lo menos 30. Por esa razón, la temperatura máxima del miércoles fue un hecho puntual, como lo fue una granizada del 5 de noviembre de 2007, que no se volvió a repetir.

Cuando se mira la evolución de la temperatura de Bogotá desde los años 1930 y 1940, claramente ha habido un aumento de la temperatura promedio en Bogotá, en unos 2 grados, y –dice Mendoza– “al modificarse los promedios, se modifican los extremos”. Esa es evidencia de cambio climático.

De las declaraciones de Mendoza se infiere que el cambio climático y el calentamiento global (como resultado de la emisión de gases de efecto invernadero) es un hecho, pero decir que este se manifestará con picos permanentes de más de 25 grados en Bogotá en un lapso de muchos años es otra cosa. Para que fueran estadísticamente significativos, esos cambios deberían registrarse a lo largo de muchos años, la menos en ‘series’ de 30 años.

“Cuando hablamos del cambio climático es porque he tenido la oportunidad de comparar series históricas de datos que me permiten sacar un promedio estadístico confiable, y estadísticamente confiable para las personas que saben de estos temas significa que tenemos mucha información, para que mi promedio sea confiable”, dijo Mendoza a Blu Radio.

Este ejercicio se puede hacer comparando, por ejemplo, las temperaturas promedio entre 1930 y 1970 y entre 1980 y 2010, y lo que revela es que sí hay un cambio climático, expresado con el aumento de la temperatura.

Otra manera de ver el pico de temperatura del miércoles pasado es que puede ser el comienzo de más picos, repetirse, pero para eso hay que dejar que el tiempo pase y llevar los registros.

El pasado 17 de enero, los científicos informaron que la Tierra alcanzó en el 2016 la temperatura más elevada registrada, batiendo el récord de 2014, según registró ‘The New York Times’.

“En el lapso 2015-2016, el calentamiento planetario se intensificó por el fenómeno de El Niño… pero el factor más importante que está poniendo los récords es la tendencia a largo plazo del aumento de las temperaturas, que según los científicos está siendo impulsada por los crecientes niveles de dióxido de carbono y otros gases de efecto invernadero”, dice.

Un ejemplo del efecto de calentamiento global es la fractura que en días pasados científicos de la Nasa observaron en una de las puntas de la Antártida, que de desprenderse crearía el iceberg más grande de la historia y a largo plazo aumentaría el nivel de los océanos.

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